Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en Saluderecho |
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El Creador de la humanidad empleó los días segundo y tercero en apartar las aguas del firmamento y después en acumularlas por debajo del firmamento, según el relato del Génesis. En ninguna parte de su obra utilizó tanto tiempo como en el agua, y después a causa de ella eliminó la humanidad, menos ocho personas, en el diluvio universal.
El agua tiene la virtud de presentarse como líquida, sólida (granizo, nieve) y gaseosa (vapor de H20.) El agua también se acumula en forma subterránea.
Al agua que cae en forma de lluvia no siempre se le debe echar la culpa de las catástrofes, fuera que no usamos el agua de lluvia sobre todo en la ciudad y para épocas de sequía; el líquido que cae del firmamento produce beneficios a los cultivos y las pasturas, y si algunas veces origina daños, bastante responsabilidad le corresponde al hombre a quien Dios colocó para cuidar la naturaleza, previniendo ante todo. Ayúdate que yo te ayudare, le dijo a su criatura.
Algunas de las catástrofes que por milenios ha padecido la humanidad son las inundaciones, huracanes, tornados, tormentas tropicales y ciclones.
Las inundaciones afectan viviendas, ganado, infraestructura y comunicaciones. En otras oportunidades las inundaciones son favorables a las cosechas, aunque no tanto que alumbre el santo, ni tanto que no lo queme, porque cuando el recurso hídrico cae del cielo a torrentes puede dañar las plantas.
Lo huracanes destruyen las cosechas , matan o hieren a los animales, dañan viviendas, cultivos y almacenes de alimentos; devastan zonas costeras bajas, en fin causan hambruna y naufragan embarcaciones.
La silvicultura, pesca y acuicultura, no son ajenas a los daños de inundaciones y huracanes.
Las difíciles condiciones meteorológicas influyen en la falta de seguridad alimentaria por el encarecimiento de los alimentos, y en los países pobres puede dejar en la miseria a los campesinos, que carecen de pólizas de seguro que ampare sus cultivos en los eventos referidos.
Aunque el sol sale para ricos y pobres, en el caso de las citadas catástrofes son los campesinos pobres del mundo en desarrollo los que más sufren, los que tienen menos capacidad para protegerse, los que no cuentan con ahorros para hacer frente a los daños ni con otros medios de subsistencia, indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La FAO, en la cadena de la catástrofe, distingue ocho fases distintas: prevención; preparación; vigilancia y alerta; evaluación pos catástrofe; socorro; rehabilitación; reconstrucción y sostenibilidad.
La incertidumbre que es usual por el accionar de la naturaleza, ha dado lugar a la tendencia denominada agricultura climáticamente inteligente (CSA), que tiene como beneficios, la mejora de la productividad, mejores medios de subsistencia, aumento de los ingresos y de las opciones de adaptación para hacer frente al cambio climático, puntualiza la FAO. El Módulo es co-editado por el Banco Mundial, la FAO y el FIDA.
El evento de El Niño de 2016 fue uno de los más fuertes en la historia.
@luforero4
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