HUANCAVELICA - 2016, del siglo XXI. La policía de Izcuchaca arresta a un padre “ jefe de familia” y lo mete en el calabozo porque le dio una tanda al hijo, sabe Dios por qué razones, pero es seguro que el heredero necesitaba una corrección.

Pero el bendito muchacho, que se da cuenta de todo, fue corriendo donde el policía para contarle el hecho y el policía -rápido presto- fue a poner orden en la casa.

En ese entonces, nadie osaba contradecir esta autoridad, oleada, sacramentada y transmitida de padre a hijo desde hace 10,000 años con la bendición de todas las instituciones civiles y “policiales” que hacían respetar el orden establecido en la sociedad es decir el reinado de la  autoridad del padre.

Pero los tiempos han cambiado, ahora con la globalización, la democracia y la economia de mercado  se han puesto en práctica diferentes reformas sociales elaboradas con todo tipo de salsas, como la igualdad del género, los derechos de la persona, el unisex en las tendencias de la moda, cambios en el Código Civil (autoridad del padre y de la madre) familias divorciadas, familias recompuestas, madres solteras, autorización a los homosexuales para adoptar hijos o tener hijos, el rol del Estado protector de los "más vulnerables", la preeminencia de la mujer en la sociedad, etc. etc., todas estas reformas han tenido como efecto que el PADRE progenitor de sus hijos y jefe de familia, se ha diluido y está despareciendo poquito a poco del radar.

 

La democracia y la igualdad nunca existirá como modo de gobierno en el interior de la familia, tiene que haber un jefe y una autoridad, guste o no guste al resto, pero ese jefe ha sido remplazado ahora por el Estado protector con la ayuda de los policías y el juez.

Este cambio fundamental, está prácticamente haciendo temblar los zócalos de la fundación de la más vieja institución de la humanidad, la FAMILIA y eso no es banal, es muy serio…