El periodista César Hildebrandt consideró que el presidente de la República, Pedro Castillo, no puede victimizarse por los cuestionamientos en su contra, puesto que su gobierno es “una vergüenza” por los actos de corrupción.

“La estupidez puede ser letal y aun vergonzosa. Y este es el caso del régimen de Castillo”, apuntó Hildebrandt, quien señaló que “solo los muy acomplejados pueden decir que hay connotaciones racistas cuando alguien subraya las penurias cognitivas y los naufragios sintácticos de Pedro Castillo”.

“Racismo sería creer que los campesinos son tan incompetentes como quien los dice representar. Racismo sería suponer que el pueblo sencillo tiene el mismo entendimiento averiado de aquel que dice actuar en su nombre. Racismo sería generalizar y decir que quienes votaron por Castillo comparten sus más públicas taras. Este pueblo, usurpado verbalmente por Castillo, es mucho más inteligente que lo que suponen sus falsos protectores”, dice el periodista.

Asimismo, indicó que las personas que defienden este gobierno en agonías son, en muchos casos, los mismos que aman el “presidio degenerado que Castro y sus milicos, dueños del 70 % de la economía de la isla, construyeron en Cuba”.

“Los que defienden son los que creen que Hugo Chávez fue un gran revolucionario y que el peronismo es todavía una opción de centroizquierda. Son los que siempre creerán que Abimael Guzmán tenía algo de razón y que la hora de la sangre nos espera en un recodo del mañana. Los que creen que este régimen de picabolsos es defendido por los millones de pobres que votaron por él, subestiman a los pobres de Cusco, Puno o Apurímac”, afirmó.

En esa crítica, dijo que si bien este gobierno es indefendible y necesita de abogados penales para evitar la cárcel, la oposición viene del crimen fujimorista y del suicidio aprista como escape.

“No tenemos partidos políticos ni líderes sociales ni ejemplos académicos verdaderos. No tenemos gobierno sino gavilla, pero tampoco tenemos Congreso, sino ciénaga”, mencionó el periodista, quien añadió que el Ministerio Público está haciendo lo que pudo hacer perfectamente con Alan García.

“No nos quita de la cabeza la idea de que la Fiscal de la Nación, que es capaz de apartar a una magistrada incómoda para que no siga investigando a su hermanita, está sirviendo a una agenda que no es estrictamente judicial”, expresó.

Finalmente, César Hildebrandt sentenció diciendo en la columna de su semanario que “el gobierno es indefendible, pero quienes pretenden hacer de verdugos son firmes candidatos a la guillotina”.

Artículo publicado inicialmente en La República.