Parecería que el alcalde Jaime Urbina T. estuviera alentando el ingreso al pueblo de personas infectas del coronavirus.
Por: Esteban Saldaña Gutiérrez - Ingeniero Industrial |
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Quisiera escribir cosas bellas, cosas lindas, como cuando nuestra campana llamaba a la "faina" y todos los comuneros, con su lampa, barreta y su "jojao" se reunían en la plaza, todos animosos para la "champería" de las tomas de Chuimacc o Pajchac.
Lastimosamente ya no es posible. El mortal virus anda ya por Huancavelica donde oficialmente hay poco más de 500 contagiados en menos de quince días, como consecuencia de haber permitido el ingreso de personas provenientes de ciudades infectadas, como Lima, sin haber pasado ningún control sanitario.
En Castrovirreyna ha sido detectado el primer caso. El contagio se produjo por la visita de un trabajador foráneo a la piscigranja, dejando a su paso el coronavirus. Sería un paciente asintomático. El contagiado, obviamente tiene familia. Quiera el altísimo que esa peste no los haya alcanzado. Así empieza a trepar este virus.
El gobierno hace lo indecible para frenar la peste, al presidente Vizcarra solo le falta llorar. Ha ordenado que toda persona que pretenda llegar a su pueblo, primero tiene que pasar por la prueba de despistaje del covid 19. Solo si el resultado es negativo podrá viajar. Llegado al lugar la persona tendrá que cumplir su cuarentena de quince días de manera obligatoria en un local previamente acondicionado por el alcalde.
Todos los gastos que ocasiones el acondicionamiento, además de las medicinas, alimentación, confort, etc, será costeado por el Gobierno Regional - así dice la norma - a requerimiento de Defensa Civil del distrito, es decir a requerimiento del alcalde.
Se tiene información que a Tantará ingresaron alrededor de cincuenta personas, provenientes de ciudades infestadas del virus y ninguno de ellos han cumplido con el protocolo ordenado por el gobierno. No han pasado pruebas de descarte del covid 19. Han ingresado al pueblo y ninguno se encuentra en cuarentena.
El alcalde tantarino Jaime Urbina Torres no ha acondicionado ningún albergue, tampoco ha realizado ninguna gestión ante el Gobierno Regional. Lo grave, dentro de lo grave es que el propio alcalde estaría alentando y hasta costeando el traslado de estas personas. Esta irresponsabilidad es de por si muy grave y punible.
Donde está el alcalde, dizque haciendo gestiones en Lima y sirviendo de mandadero. Donde está el subprefecto, dizque no puede hacer nada por que no ha jurado el cargo. Donde está la policía, donde anda el teniente, dizque vigilando que no pase las tortugas. Donde están las autoridades sanitarias, más allá de un tenue y escueto comunicado. Donde está el fiscal, dizque resolviendo voluminosos expedientes.
La triste y cruel realidad es que Tantará es un pueblo ahora abandonado a su suerte, es un paria, huérfano de autoridades, situación más que suficiente para que el mortal coronavirus ingrese a nuestro distrito y diezme toda nuestra población.
Este es un medio de comunicación y espero que el fiscal tome nota de esta denuncia y actué de oficio contra las autoridades responsables de esta tragedia, de esta felonía.
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