Parte considerable de los accidentes de tránsito son ocasionados por irresponsabilidad humana del conductor y del Estado, representados en sus funcionarios viales.
Visualizemos el comportamiento del conductor en el siguiente espejo de conducta:
Llovía intensamente. El chofer además decarecer de sentido común, es inexperto imprudente e indisciplinado, conduce a alta velocidad, aun cuando maneja en sus cinco cabales, pero hablando por celular y escuchando música a todo volumen. Para variar, a veces coloca una película. Embriagado opera el mismo vehículo, que se encuentra en malas condiciones mecánicas, principalmente los frenos y direcciones. En su trasegar debe atravesar vías en mal o regular estado y sin señalización; no lleva cinturón de seguridad porque le incomoda. El resultado, tantos muertos, otros tantos heridos que despertaron en el hospital; el carro llevaba sobrecupo. Los heridos, unos quedarán parapléjicos de por vida, otros sobreviven unos días y después fallecen por los politraumatismos. Los equipos médicos de rescate llegaron horas después del siniestro.
Entre las principales víctimas están menores de edad, pasajeros, peatones, ciclistas y motociclistas. los niños viajaban sin cinturón de seguridad. Las lesiones por accidentes de tránsito son la primera causa mundial de muerte en niños de 15 a 17 años, señala la
Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El anterior panorama se repite en toda Latinoamérica, que registra uno de los índices de siniestralidad vial más elevados del mundo: 19,2 muertes por cada 100,000 habitantes, más de tres veces la tasa de algunos países europeos, señalan expertos del Banco Mundial.
En el mundo cada año mueren cerca de 1,25 millones de personas en las carreteras, y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Estado que no ha tomado el problema en serio, también es responsable de ese y todos los accidentes de tránsito, porque ha concedido licencias o permisos para conducir, sin constatar realmente si el candidato reúne las condiciones psicológicas y las propias del oficio de conducir automotores. Las llamadas revisiones técnico mecánicas también en veces son una burla, cuando no objeto de sobornos para que un carro en mal estado pase el examen. A las autoridades les cabe responsabilidad por el mal estado de las vías y falta de señalización, pero sobre todo por falta de capacidad para hacer cumplir las normas que rigen sobre la materia.
Los fabricantes de autos tampoco se exoneran de la responsabilidad por los accidentes vehiculares, por cuanto los carros vendidos en el 80% de los países del mundo no cumplen normas básicas de seguridad.
La Asamblea General de las Naciones Unidas que proclamó el
Decenio de Acción para la Seguridad Vial (2011-2020), tiene determinado que los accidentes de tránsito representan un grave problema para la salud pública y el desarrollo. La OMS y el Banco Mundial hace 12 años se ocupan de tan trascendental tópico.
En el Perú las autoridades encargadas de formular la Política de prevención de accidentalidad vial son el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y el Consejo Nacional de Seguridad Vial.
La recomendación fundamental del Banco Mundial para los gobiernos es crear una
Agencia Nacional de Seguridad Vial, independiente y autónoma que desarrolle una clara política de Estado.