Admiro a Aldo Mariátegui Bosse, descendiente directo de José Carlos Mariátegui La Chira, celebérrimo autor de los Siete Ensayos de la Realidad Nacional, patriarca de la izquierda peruana, sin calco ni copia. Sus detractores, que no son pocos lo llaman Alditus, otros, como nuestro recordado Raúl Wiener, ácidamente lo nombraban solo como Aldo M.

Admiro a este Aldo M., no por sus ideas trasnochadas, cargadas de bilis y veneno contra todo lo que se llame gente y pensamiento de izquierda, que son atacados a mansalva, furibunda y de manera despiadada por este personaje, utilizando los peores calificativos. De ese cerebro gangrenoso han salido frases como rojimios, caviares, etc, lindezas que como un puñal clava a gente decente de nuestra izquierda. Este Aldo M. está ubicado exactamente en la antípoda de Abimael Guzmán. Son dos extremos, uno pertenece a la rancia derecha cavernaria y el segundo es el cabecilla de las hordas asesinas de sendero.

Todos los políticos debieran imitar a este neandertal de la derecha, a este Aldo M. Ser francos, sinceros, honestos. Otro gallo nos cantaría en este Perú nuestro, que está plagado de políticos  hipócritas, sinvergüenzas, ladrones, vende patrias y genocidas, con honrosas excepciones.

Para quienes hemos pertenecido a las FFAA, específicamente a la MGP, sabemos de la limpia trayectoria del Almirante Guillermo Faura Gaig, quien fuera un hombre honesto y Ministro en la Cartera de Marina en la época del General Juan Velasco Alvarado. Faura Gaig  pretendió  extirpar  de raíz la lacra de la discriminación, la desigualdad  y el racismo que impera hasta el día de hoy en dicha institución.

A la caída de Velasco, por acción directa del felón de Morales Bermúdez, el Almirante cayó también en desgracia y fue deportado a Argentina. Por si fuera poco la “junta de almirantes”  al ver que sus gollorías habían sido recortadas por Faura, decidieron retirar el retrato del almirante del  salón de Comandantes Generales de la Marina.

Por gestión de sus familiares hace poco ha sido restituido su retrato, que el tal Aldo M. lo lamentó muy a su estilo en Perú 21, que en verdad es una delicia leerlo, por la sarta de sandeces  panfletarios que escribe allí.

Esto es lo que escribió Ado M en  su columnita de marras: “…. o menos mala que la decisión del Ejército de ponerle el nombre de Velasco a una promoción ha sido la reciente de la Marina de reinstalar el cuadro del infausto almirante Faura en la galería de mandos. Parece que se olvidaron allí de Grau y de la palabra dignidad …”