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Increíble pero cierto. Hace varios años la Comunidad Campesina de Chavín está manejada por falsos comuneros. Ahora son comuneros los profesionales, técnicos, y muchos farsantes que nada tienen que ver con la comunidad porque no tienen ni un burro ni saben el uso de la lampa.
Y, lo peor no viven en Chavín sino en la costa desde que nacieron. Para el colmo, quienes nacieron en la costa y en otros distritos –arteramente- se han convertido en comuneros sin reunir los requisitos necesarios. Se habla de 2077 comuneros, antes constituía 940 agremiados. Pero en realidad en Chavín no habría más de 500 comuneros afincados allí, que se dedican a la agricultura y ganadería. Como ejemplo, en los anexos San Florián y Marcocancha no pasan de 5 comuneros, considerando jefes de familia, que tienen bajo administración una parcela para solventar su vida.
Los pseudos comuneros no saben ni qué es una comunidad. Entraron de comuneros a propuesta de testaferros y los malos dirigentes. Un socio, un voto para el canalla enquistado en la dirigencia, convertido en vitalicio. En el momento de las elecciones los comechados se arrinconan al lado del padrino. Lo insólito, en un abrir y cerrar los ojos se hacen comuneros más de 1000 ciudadanos, como sucedió últimamente, por lo general individuos sin chamba, para ser mantenidos por la mina, con el cuento de ser comuneros. En la mayoría de los casos los nuevos comuneros son hijos, familiares o recomendados de los dirigentes. Para ello solo necesitan hacer un trabajo exprofesamente diseñado para ayudar la incorporación como miembros de la comunidad, llamado trabajo comunal, por ejemplo, dar de tarea contar vicuñas o acorralarlos.
Los dirigentes, falsos comuneros, se han convertido en millonarios, en la que se incluye a sus familiares cercanos. Tenemos el caso de 2 odontólogos que prácticamente pasan sus vidas, 18 años, pegados a la mina, que viven en la costa: Víctor Peve Palomino y Raúl Vilcamiza Guerra. Estos profesionales estudiaron -al perecer- para ser traidores a su pueblo, y vivir de la mina. A ellos solo les interesa sus familias y acumular dinero, aunque provenga de la plata mal venida.
Millones y Millones han sido despilfarrados y repartidos, supuestamente entre ellos. En poco tiempo, los suertudos, aparecieron con muchas propiedades: terrenos, casas, negocios, grifos, maquinarias pesadas, bombonanas, empresas, mujeres… y hasta han recibido plata del gobierno. Total, un enjambre humano de derroche de dinero comunal, sin control y vigilancia. Se benefician y beneficiaron la mayor parte de falsos comuneros o comuneros bambas, implantando una especie de dictadura delincuencial que vienen manejando el destino de la comunidad desde el año 2004, en forma impune y evidentemente bajo la protección del gobierno. Mientras al otro lado se encuentran los verdaderos comuneros muriéndose muchos por falta de atención médica y consideración humana.
Abogados, médicos, dentistas, profesores, y otros profesionales son los que gozan con la plata de la comunidad. Sus tentáculos pasaron las fronteras de la legalidad y de la justicia. Hubo un tiempo que estos granujas formaron un cuadriunvirato donde demostró un poder omnímodo, que nadie podía atentar contra sus intereses. Alcalde, Gobernador, Juez y Comunidad apoyaban a la compañía minera explotadora de Cerro Lindo. Así el pueblo grite lo que grite todo estaba consumado, oleado y sacramentado.
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