Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

Al examinar el tema de los medicamentos, el desafío número 4 de la salud mundial en esta década, de acuerdo a la lista publicada por la OMS (Organización Mundial de la Salud), se establece que por lo menos un tercio de la población mundial carecen de acceso  no solamente a medicamentos, sino a vacunas y otros productos de salud esenciales; que la compra de medicamentos es el segundo gasto más grande para la mayoría de los sistemas de salud, y que los productos médicos de baja calidad y falsificados, no ha sido posible sacarlos del comercio ilegal.

De otro lado, los medicamentos genéricos continúan siendo discriminados en el rol de la salud; en el sector público no se dispensan en más del 65% de los centros de salud, y en el sector privado, esos mismos medicamentos no están disponibles en el 36% de los centros. Lo anterior se deduce del documento de las Naciones Unidas “Resultados de la alianza mundial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, del que se establece que si el precio de referencia internacional del medicamento genérico “A” es un dólar estadounidense, en el sector público ese mismo medicamento “A” cuesta 2,50 dólares estadounidense; si es en el sector privado, el medicamento del ejemplo cuesta 6.50 dólares.

La OMS (La Organización Mundial de la Salud) relaciona una serie de causas que podrían ser determinantes a la hora de disponer de un suficiente inventario y abastecimiento de medicamentos “que los organismos gubernamentales, en alguna medida, podrían remediar.” Al menos en los Estados Unidos, las posibles causas de la escasez de medicamentos genéricos inyectables, serian la mayor demanda mundial, la concentración de la producción de genéricos en unos pocos lugares y los cambios en los criterios reglamentarios, que exigen una modernización de las instalaciones de fabricación. Para otros “el motivo principal de la escasez de medicamentos es económico”; si hay dinero para comer, no hay dinero para medicamentos, mucho menos los de alto costo.

Otros tipos de medicamentos no se consiguen ni andando en ese país:  traen como referentes el propofol, nutrientes y electrolitos intravenosos, productos sustitutivos enzimáticos y radiofármacos.

En Colombia, se presenta desabastecimiento desde el pasado mes de junio de los medicamentos Cisatracurio y Fentanilo, que al corto tiempo afectó el suministro de Midazolam, Propofol, Remifentanilo, entre otros, según lo indicaron La Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (S.C.A.R.E.) y la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo (AMCI). Como en Latinoamérica "no producimos medicamentos ni insumos, sino que los importamos” eso ha dado pie a casos de corrupción en las compras de las instituciones, indicó la CEPAL (la Comisión Económica para América Latina y el Caribe). A nivel mundial otros medicamentos son insuficientes para enfermedades como el sida y la tuberculosis.

Por disposiciones legales, en los Estados Unidos de América no se puede exigir a las empresas que informen sobre los motivos o la duración de la escasez de medicamentos ni ninguna otra información a ese respecto, hasta que el tema lo aborden ambas cámaras del Congreso.

Las autoridades sanitarias mundiales consideran que en este tema no es “Dejar hacer, dejar pasar” (laissez faire), sino que los obstáculos para dicho acceso deben ser vencidos; no solo asegurando la calidad de los medicamentos y el acceso a los medicamentos esenciales y de buena calidad, sino también de crear las condiciones necesarias para el desarrollo de una industria farmacéutica sostenible, productiva y responsable. Actualmente   la mitad del mundo aún carece de cobertura para servicios de salud.
 

En el Perú, la corrupción en el país cobró factura durante la actual crisis sanitaria, señalaron fuentes del Minsa.