Por: Eucadio Gutiérrez Solano

Sucedió lo que se avecinaba. La peste áulica de congresistas, cual hambrientas de comida, como quitándose la presa, se lanzaron contra el Ministro de Educación, Carlos Gallardo Gómez, un excelente maestro del saber, paradigma de la educación.

Lo peor, un militar de baja estofa, con complejo de superioridad, y el fiel reflejo de la derecha putrefacta y asesina, que gobernó durante 200 años, demostrando soberbia, con extrema rapacidad, descargó su odio infernal, tratado de dar cumplimiento lo que había prometido, bajar un ministro cada semana.
 

Hemos visto la expresión digna de un maestro, con valores, cuyo único delito es ser ministro, contra la regurgitación de una especie de redivivos romanos que mataron a Cristo. Unas sartas de ignorantes apuntaron sus lanzar hacia los ojos y cerebro de Carlos Gallardo, prácticamente pidiendo su renuncia, para repartirse su cuerpo, y salir a las calles, portando su cabeza como trofeo de guerra, dándoles satisfacción a sus huestes acantonados cerca del Congreso, que parce ser la pocilga de roedores clonadas para hacer daño.

La capacidad del maestro frentes a mediocres congresistas que pareciera que fueron recolectados de las guaridas de delincuentes, farsantes y eternos comechados, se encargaron de despellejar, sin anestesia, al educador, que con humildad recibió los escupitajos mal olientes de la derecha descerebrada.  Se observó –después- con indignación, que un individuo del llamado Colegio de Profesores, cloaca del fujimorismo y del aprismo, levantando sus alas, de alegría, se sumó a los buitres del Congreso, que en macha humilló al maestro de los maestros.

La especie de forajas del Congreso, no pudiendo ganar las elecciones, pugnan a diario vacar al Presidente, recurriendo a estrategias criminales, de sacar a ministros, con cualquier pretexto, que nada tiene que ver con su profesión. A los granujas no les interesa la capacidad profesional de los ministros sino sus propios modelos. En un debate profesional de competencias, el mediocre gritará cualquier cosa, menos dará lección de calidad y defensa de sus peticiones con coherencia, sino expresiones de verborreas.

Con un Congreso lleno de mediocres, con honrosas excepciones, nada se pude hacer. La tarea de las basuras consiste en crear problemas al gobierno y retomar la dirección de la corrupción y reparto de la torta, de hacer y deshacer el presupuesto nacional, de continuar viviendo del erario nacional, mientras el pueblo siga de hambre y en la pobreza.

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