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Por: David Vilcapuma Gutiérrez
Licenciado en Educación
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La mentalidad de los ciudadanos de la parte andina de nuestro país, no llegan a comprender, la importancia que tiene la educación, en su beneficio personal, familiar y demás personas que conforman su comunidad.
Lo cierto es que la educación tiene muchos beneficios para las personas, en lo espiritual, proyectando valores, principios y calidad de vida, en lo material; empleo digno y mejores posibilidades económicas y derecho a educación, salud y bienestar social. Quiere decir, que la educación está asociada a la economía y al desarrollo de la personalidad. Porque facilita el incremento de la capacidad, habilidades y destrezas, que nos pone en mejores condiciones de asumir, un mejor desempeño laboral y más oportunidades económicas y laborales.
La persona bien educada y formada para ganar, triunfar que, no es más que el conocimiento y la práctica de lo que significa, los factores genéticos y ambientales juegan un papel de suma importancia, para realizar cosas extraordinarias de la vida cotidiana, como por ejemplo:
¿Cómo afrontar el fracaso?, el dolor, el sufrimiento. ¿Cómo vencer los obstáculos?, ¿Cómo controlar adecuadamente nuestras emociones negativas?, como:
La cólera, el miedo, el odio, el rencor, el desprecio, la hipocresía, la envidia etc. etc.
¿Cómo cultivar una mente positiva?, tener seguridad propia, como no ceder ante la tentación de la corrupción, como apartarse del camino de la vida fácil.
Lástima, que los profesores sean mediocres, claro está que no todos. No nos motivan en nada, no nos despiertan el interés por el estudio, menos por la lectura.
En lugar de aceptar la diferencia entre los hombres, la educación debe mostrar, el camino de la comprensión y la tolerancia. De lo contrario, la vida seguirá siendo una serie de problemas, conflictos y dolores.