EL CUBIL (Chincha) - A la cárcel fueron a parar algunos de los sujetos que fueron atrapados en lo que va del año, por los efectivos policiales de las comisarías y de la División Policial de Chincha. En la fila de los detenidos aparecen extorsionadores, violadores, asaltantes y hasta asesinos. Toda esta gama de criminales capturados, que no se acerca ni al ápice, de los que aún siguen en libertad y asechando sin complacencia a los más indefensos que puedan encontrar.

Los golpes antidrogas más resaltantes de la policía se han realizado en el distrito de Pueblo Nuevo, específicamente en el asentamiento humano José Carlos Mariátegui, y el conocido sector de El Cubil. Hasta inicios de mes, las cifras de detenidos, por estar inmersos en el delito de Tráfico Ilícito de Drogas, alcanzaban los 66 capturados, con pasta básica de cocaína, marihuana y clorhidrato de cocaína y hasta alcaloide.

Menores de edad

La presencia de menores de edad, integrando bandas de raqueteros, es otra de las facciones que han quedado detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público.

Entre ellos, figuran incluso, algunos avezados que incurren a la tenencia ilegal de arma de fuego, para cometer sus fechorías. Solo hasta junio, la policía tenía en su haber 20 delincuentes detenidos portando revolver, pistola, armamento de guerra, municiones y más.

El delito de la extorsión, en las obras civiles y contra empresarios, también es frecuente en esta ciudad, contra ellos, el Departamento de Investigación Criminal de la DIVPOL Chincha, ha dispuesto un grupo especial que lleva atrapando infraganti a ocho sujetos, además de la incautación de las unidades móviles de estos delincuentes utilizan para sus fechorías.

Además, en trabajo conjunto con la Policía de Carreteras, se desarticuló algunas bandas de patinadores.

Delincuencia común

Otra de las fechorías, que se comete contra los ciudadanos es el hurto y robo agravado, 130 facinerosos están hoy dentro del registro policial, luego de ser capturados.

Otro de los trabajos policiales también es hacer frente a la explotación infantil, prostitución callejera, robo de vehículos menores, y la infracción de aquellos choferes que conducen en estado de ebriedad, entre más delitos que suceden y ameritan la presencia de la policía.