Por: Luis E. Forero Medina Abogado/Especialista enSaluderecho |
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Mortificar a un animal no es solamente encerrarlo, cogerlo a patadas o a palo, mejor dicho pegarle. No, es tenerlo sin comida o agua, no jugar con ellos o sacarlos a pasear en el caso de los canes. El maltrato de animales es múltiple, se les deja sin sombra que los proteja del calor, en lugares sin ventilación adecuada, o viven en condiciones higiénicas que ni el cuidador las podría soportar.
Maltratar a un animal es descuidarse en la colocación oportuna de sus vacunas, o desatenderlo profesionalmente cuando esté enfermo. Se maltratan a los perros, canes, felinos y aves.
Se torturan equinos (caballos, mulas, burros), sometiéndolos a cargas superiores a las que animalmente pueden; y si no responden se les castiga con fuertes golpes.
A otros que no llevan medallas pero que sí llevan del bulto, en predios rurales cuando los animales quedan solos les sujetan a la cabeza una bolsa con comida, y lejos de abrevadores naturales de agua.
A algunos caballos de paso fino, orgullo de criaderos de fama, y que lucen imponentemente ante los espectadores; supuestamente a puerta cerrada se les violenta. Los asistentes al espectáculo desconocen lo que al parecer le suceden a los ejemplares tras bambalinas de algunos establos. Para que los equinos se luzca tan elegantemente como lo hace, en su entrenamiento que a veces tarda meses o años, les insertan agujas metálicas en la cola para limitar el movimiento y les atan las patas con cadenas para hacer que las levanten más alto.
Algunos maltratos han sido comprobados por la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA) seccional América Latina.
Apenas hace unos años las autoridades comenzaron a interesarse por la suerte de los animales domésticos; adoptando medidas que van desde trabajo comunitario hasta cárcel. Sin embargo las medidas quedan en buenas intenciones, debido a que la gente no denuncia maltrato de animales, o el Estado le da poca o ninguna importancia a dichos procesos. De esta manera los animales siguen siendo irrespetados por el hombre, que los abandona en cualquier vereda, en vez de entregarlos a las sociedades protectoras de animales para su adopción.
En América Latina la protección animal ha sido siempre desatendida; poco le interesa el tema a la comunidad y al gobierno. En Ecuador la gente come callada y no denuncia el maltrato de animales; el Código Orgánico Integral Penal (COIP), contempla sanciones de servicio comunitario, y si el animal muere, una pena privativa de libertad de tres a siete días. En Bolivia, en los municipios de La Paz y El Alto, pululan las denuncias de crueldad hacia los animales; terminando en nada. En Chile, el Código Penal impone pena de presidio no menor en sus grados mínimo a medio y multa de dos a treinta unidades tributarias mensuales. En Colombia el año pasado se estrenó la ley 1774 de 2016 de maltrato de animales; la Fiscalía condenó a David Andrés Flórez Acosta, a seis meses de prisión. En Perú rige la Ley Nº 30407 de protección y bienestar animal.
La Sociedad Mundial para la Protección Animal promueve “crear un mundo donde el bienestar animal importe y la crueldad hacia los animales no exista”.
@luforero |
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