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Biografía de Lucía Ramos Rivera, la heroína yanina

A sus 95 años a pesar de su estado frágil aún muestra una inmensa fortaleza y gracia, su sonrisa constata las ganas de vivir.

El 19 de Agosto del 2016 fallece su esposo, quedándose viuda.  Cabe señalar, que ella piensa que su esposo está en la chacra, vive pensando y teniendo la esperanza que el volverá.
El 19 de Agosto del 2016 fallece su esposo, quedándose viuda. Cabe señalar, que ella piensa que su esposo está en la chacra, vive pensando y teniendo la esperanza que el volverá.
 

David Vilcapuma Gutiérrez - Licenciado en Educación  

 


Nació el 30 de enero de 1922 en la estancia de Cusikancha, que refleja el intenso colorido de su maravilloso paisaje, del distrito de San Juan de Yánac, sus padres fueron: Don Sebastián Ramos y doña Elvira Rivera Quispe, naturales de  Yánac.

Su niñez lo pasó sin grandes sobresaltos, en una pequeña estancia de humildes hogares, llamada: Cusikancha, pastando sus animales e hilando, en la siembra, el riego y la cosecha. Siempre fue fuerte y valiente como buena Yanina de fibra andina.

Entre los pastoreos, por las lomas, conoce al joven arpista: Gerardo Felipe Vilcapuma Saravia, quien con las melodías de su arpa, cautiva el corazón de Lucia, enamorándose de él.

Meses después, en el mes de Agosto de fecha 19 de 1939 contrajo matrimonio con don Gerardo Vilcapuma Saravia, en la Iglesia del entonces anexo de San Juan de Yánac, estableciendo su hogar al lado de su esposo, en el caserío de Limaní, dedicándose allí arduamente, a las labores de la agricultura y la ganadería.

Tuvo ocho hijos:

En 1940 tiene a su primera hija llamada: Macedonia, quien fallece antes del cumplir el año. El 10 de octubre de 1942 nace su segundo hijo: Celedonio Luis, 25 de Diciembre de 1943 nace su hija Irma, 1° de marzo de 1945 nace Rodilve, 5 de Agosto de 1947 nace Adonia, 25 de febrero de 1949 nace Idencia, 5 de julio de 1955 nace Finalve, y un 24 de noviembre 1960 nace Flynincia Nora Vilcapuma Ramos.

Lucía cuenta que los secretos para vivir una larga vida es llevar una buena alimentación. La heroína de Yánac, es un ejemplo de vida dentro de su comunidad, trabajaba arduamente en Limaní, por la madrugada regaba la alfalfa, uncía la yunta y araba el barbecho, cuspaba la papa, para lucia no había nada difícil.

Hoy su abundante cabello cano y las arrugas de su rostro, son las únicas huellas visibles, que los pasos del tiempo han ido dejando en el cuerpo de esta valerosa y guerrera mujer.

Lucía Ramos, a su edad, inculca a sus nietos a trabajar así como ella lo hizo en sus tiempos. Las muestras de cariño en su entorno son constantes. Las pocas veces que la visitamos, no faltan las bromas y su risa contagiosa,  nos alegra a todos.

Nuestra heroína ha sido testigo de importantes hechos desde mucho antes de la fundación del distrito San Juan de Yánac. El 19 de Agosto del 2016 fallece su esposo, que dándose viuda.

Cabe señalar, que ella piensa que su esposo está en la chacra, vive pensando y teniendo la esperanza que el volverá.

El informativo Huachos.com y este modesto caminante, te damos las gracias por  ser como eres mi linda abuela Lucía.

En esta toma (der. a izq.)  junto  a Faustino Vilcapuma, Gerardo Felipe su esposo, Lucía su hija Idencia y su nieta. Foto 2: Gerardo y Lucia demostrando un lindo momento de felicidad al lado su hija Idencia.

                          En esta toma están sus hijas Nora, Adonia, Finalve, Idencia, Lucía Ramos (Madre), y Rodilve.

 
La heroína yanina
 
Mi querida abuela, la heroína yanina, porque con tu sonrisa pudiste llenarnos de dulzura y ternura.
Eres la experiencia aún con vida de tantos logros en tu tierra natal.
Sabes que nunca perderás mi cariño sincero a pesar del corto tiempo que hemos compartido juntos, me ayudaste a conocer a un gran número de familiares de vínculo sanguíneo.
Tu amor puro pudo llegar a mi corazón, dejando tu huella en él.
No estarás sola heroína mía, me tendrás siempre muy cerca de ti.
La sangre que corre por mis venas es la misma que la tuya.
Tus ojos pueden ver el camino, en la oscuridad de los andes, esperando el regreso de tu amado esposo a casa, quien en estos momentos descansa en paz, en el reino de los cielos, acompañado de los suyos y también al lado de mi linda madrecita.
Tocando unas bellas notas musicales con su arpa, dedicada a ti y a todos nosotros.
Que dios te dé más fuerzas para que continúes a nuestro lado por siempre abuela amada.
Chincha, julio 2017.
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