Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en |
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En los nueve meses que lleva en su cargo la ministra de salud en el Perú se da un debate “a vida o muerte”, acerca de si sobrevivirá en su cargo, o será reemplazada antes del primer año de gobierno. Los o las que se salvan pueden contar el cuento, observan que tambalea la silla de la ministra de Salud, que cuando no está frente a los medios de comunicación, presuntamente maltrata al personal del Ministerio y de hospitales, gritándolos.
Las intenciones que cada rato da a conocer el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, de “dar un mejor servicio de salud para los trabajadores de todo el país”, no toman cuerpo, por lo que varios se preguntan ¿Para cuando Sr. Presidente?; otros ven en esas promesas “pura letra”; los más veteranos dicen que hace tiempo que están con esa retórica, y los prácticos se aventuran a señalar que eso es imposible de practicar, por ejemplo para las personas mayores de 65 años de edad que al llegar a esa edad o antes, los despiden con un “chau, te fregaste”.
Se da demasiado protagonismo publicitario, dedicándose a labores de carpintería y descuidando la reorganización y reimplementación del sistema de salud peruano. Aunque no se espera que en menos de un año se solucionen problemas de varios quinquenios, la percepción es que continúan las malas prácticas como el desabastecimiento de medicamentos y falta de supervisión de la atención de los médicos y enfermeras en los hospitales y postas del Estado.
Se rumora que le ha faltado criterio profesional en el nombramiento de gerentes y directores de salud, que llegarían a sus cargo no por sus méritos, sino apadrinados por amigos, allegados o conocidos del funcionario que los designa.
De los oficinistas nombrados en salud pública en este quinquenio, se dice que “se duermen en sus asientos”, y que en vez de ir a calentar las sillas “deberían disfrutar su vejez y dejar que nuevos profesionales trabajen”.
A la ministra se le habría salido de las manos Essalud, donde no mejora el tiempo de espera para citas, que según los pacientes las dan “cuando les da la gana” y varios equipos siguen malogrados.
Los testimonios de mala atención son de nunca acabar, a algunos pacientes les colocarían ampolla sin usar guantes; esperan una resonancia hasta 6meses; en muchos lugares la atención es inhumana por falta de espacio, ya que hace mucho tiempo no le implementan más áreas para atención, y para rematar la tortura, hay que hacer “tramites ni qué decir, encima el personal se creen los dueños”. En varios hospitales se quedan esperando el personal para cubrir guardias “porque el Minsa no programó como es el caso”
Los empleados de salud se defienden recordando que este este no ha eliminado las servís, siguen congelados los nombramientos en salud, y les pagan el mínimo con 10 horas diarias de trabajo sin beneficios. La mayoría del personal sanitario no tiene estabilidad laboral por ser trabajadores CAS, es decir vinculados mediante contratos administrativos de servicios.
Opinan que el actual gobierno como los precedentes, continúan burlándose de los salubristas, desnaturalizando la ley del bono de salud pública. Por estas razones la luna de miel del gobierno con el sector salud llega a su fin, después de nueve meses.
@luforero4
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