La OIT todavia no está en el diccionario de las trabajadoras domésticas peruanas.
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Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho
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En 2019 se cumplen 100 años del primer Convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que limita las horas de trabajo y dispone horas de descanso para los trabajadores. En el siglo XIX y anteriores ni qué hablar de descansos, los patronos eran negreros, aunque en estos tiempos subsiste esa clasificación de personas o empresas que dan trabajo.
Hace un siglo para esta época, era agosto, se empezó a rodar con la teoría que trabajar demasiado es dañino para la salud de los trabajadores y sus familias. Después de escuchar a los defensores de esa clase de trabajo, que ven con buenos ojos que el trabajador no descanse tanto; y a los del otro lado, los precursores del tiempo libre, se impuso esta última tesis.
Después de casi tres décadas de hacerle el quite al Convenio de 1919 que instituyó horas de descanso para los trabajadores, representantes de todo el mundo, se reunieron hace 70 setenta años para expedir la Declaración Universal de Derechos Humanos, donde se estableció el derecho al ocio. Su artículo 24 dice: “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas”.
La relación entre descanso y salud no se puede separar; así como el demasiado descanso es perjudicial, tanto trabajo agota las personas. Hacer uso sano del tiempo libre tiene efectos terapéuticos indescriptibles en la persona y su entorno. La historia reseña casos de personas que tras un descanso, partieron su historia en dos, para bien de la humanidad.
Por eso, en virtud de normas de la OIT, millones de trabajadores descansan durante la jornada de trabajo, en el intermedio para alimentarse, semanalmente, en las festividades patrias, cuando están enfermas, cuando les conceden permisos remunerados por maternidad, etc. Cada año se descansa en semana santa, y en algunas regiones por las fiestas patronales. Subsisten empresas en este Continente, que por convenios colectivos vigentes hace mucho tiempo, los trabajadores descansan cuando cumplen años, en el día del grado; a veces hasta por hechos insólitos.
En algunos países, los trabajadores que participan en las elecciones populares, tienen derecho a una jornada de descanso.
De otro lado, hay un sector conformado por miles de personas, que están disponibles las 24 horas del día: los trabajadores domésticos.
Indica la OIT que más de la mitad de los trabajadores domésticos del mundo aún no tienen ningún derecho legal a un límite en las horas de trabajo semanales.
En algunos países, dice esa Organización, trabajan más de 60 horas semanales y no disponen de ninguna legislación que regule su derecho a un descanso adecuado pagado.
@luforero4