Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

 
Este año el primer acuerdo del Consejo de Ministros de la Alianza del Pacífico fue crear un fondo de un millón de dólares para proyectos de cooperación orientados a fortalecer las capacidades de las pequeñas y medianas empresas de los cuatro países que la conforman.

El dinero, que continúa sin circular, es considerado solo “la capital semilla”, que se espera comience a echar raíces para que las pymes tengan un robusto crecimiento en favor de la población, como señaló en esa oportunidad el canciller peruano.

En los cuatro países que conforman la Alianza del Pacífico,  que se autoproclama como “la octava potencia económica y la octava potencia exportadora a nivel mundial”, es  común que en el mercado que se lleva a casa se encuentre frijol peruano, aceite vegetal chileno, azúcar mexicana y café colombiano; en ese marco se explica qué son los tratados comerciales (TLC), definidos como “un acuerdo regional o bilateral a través del cual se establece una zona de libre comercio de bienes y servicios, en la que se eliminan aranceles”.

 

Fuera de los 4 Estados integrantes de la AP que agrupan una población de  más de 214 millones de personas y atraen 54 millones de turistas, en la parrilla están 59 Estados Observadores de los cinco continentes, que  en ninguna de las Cumbres ha  logrado reunirse en pleno, de las cuales salen declaraciones y propósitos comunes dirigidos inicialmente a “alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas” ; ahora traducidos a un  “trabajo en mejor calidad de vida y bienestar para nuestros ciudadanos”.



En síntesis, la AP se apoya en la libre movilidad de bienes, servicios, capitales y personas, y un eje transversal de cooperación; funcionando como una pirámide donde la base son los 29 grupos técnicos (GT) y la cúspide La Cumbre de los 4 presidentes de la República.

Los GT presentan sus trabajos a los Coordinadores Nacionales, éstos al GAN (Grupo de Alto Nivel), que los somete a   consideración del Consejo de Ministros, conformados por los titulares de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de los Estados partes. De esta forma el trabajo es discernido y depurado antes de llegar a la Cumbre de presidentes. Desde este año funcionará el Consejo de Cooperación para dinamizar y hacer más eficiente el trabajo de la AP.

La AP contempla en su agenda incorporar a   seis naciones más como Estado Asociado (Australia, Canadá, Nueva Zelandia,  Singapur, Corea, y Ecuador ); aproximarse a  Mercosur, implementar el Plan de Trabajo de la Visión Estratégica 2030 y la Declaración sobre Gestión Sostenible de los Plásticos, desarrollar   la pesca sostenible y eliminar  la pesca excesiva, ilegal, no declarada y no reglamentada;  luchar contra la corrupción ;  pero con mayor énfasis se proponen superar  “la desigualdad económica y la inclusión social de nuestros ciudadanos”.

La integración latinoamericana se ha intentado desde 1948 con la OEA, que empezó a funcionar en 1951;  en 1960 Alalc ( Asociación Latinoamericana de Libre Comercio),  en 1965 la Asociación Caribeña de Librecambio que  en 1973 de rebautizó como  CC ( Comunidad del Caribe);  en 1980 Aladi ( La Asociación Latinoamericana de Integración ), en 1986 Grupo de Rio que tuvo una existencia pasajera; en 1991  Mercosur (El Mercado Común del Sur)  y SICA ( El Sistema de la Integración Centroamericana ),  en 1994 ALCA (  Alianza de Libre Comercio para las Américas), extinguida en 2004; el mismo año en que nació  ALBA-TCP (La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) ; en 2005 Petrocaribe; en 2008 Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) , prácticamente desintegrada, y en 2011 surgieron simultáneamente  Celac (La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), por 33 países,  y  la AP (Alianza del Pacífico), que nació el 28 de abril de ese año.

En Perú hay más de dos millones de Mipyme, pequeñas y medianas empresas, representando más del 99% de las compañías; en Colombia existen aproximadamente 1.500.000 de ese tipo; en Chile casi un millón de pequeñas y medianas empresas (formales), y en México existen 4.2 millones de unidades económicas; el 99.8% consideradas pequeñas y medianas empresas.

De acuerdo a analistas económicos, en América Latina, las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme) tendrán un papel muy importante en la cohesión social debido fundamentalmente a su gran capacidad de generación de empleo, generadoras de riqueza, contribución a la disminución de la pobreza, aumenta la prosperidad de la familia representan un sector clave para aumentar el crecimiento económico de la respectiva región.
 

@luforero4