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Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho
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Hace más de tres décadas se comenzó a hablar de “una nueva concepción de la salud pública en el mundo”, constituida por cinco columnas, una de ellas el autocuidado. Desde esa época se han celebrado siete Conferencias Mundiales sobre Promoción de la Salud, la última en Nairobi en 2009; la primera se adelantó en Ottawa, Canadá en 1986, de donde salió la Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud. La no tan “nueva” plataforma concibe estilos y modalidades implementados con denotada lentitud en países en desarrollo, como no depender tanto de los sistemas de salud ni de los medicamentos.
La Carta de Ottawa replanteó la forma como se viene prestando los servicios médicos, en el sentido de que el “sector sanitario debe jugar un papel cada vez mayor en la promoción de la salud de forma tal que trascienda la mera responsabilidad de proporcionar servicios clínicos y médicos”. Agrega renglón seguido que “las gentes no podrán alcanzar su plena salud potencial a menos que sean capaces de asumir el control de todo lo que determine su estado de salud”.
En 1998 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el autocuidado comprende todo lo que hacemos por nosotros mismos para establecer y mantener la salud, prevenir y manejar la enfermedad. La salud es el resultado de los cuidados que uno se dispensa a sí mismo y a los demás, “es protegernos los unos a los otros”.
« El concepto de autocuidado tiene que ver según académicos, con la higiene (general y personal), la nutrición (tipo y calidad de los alimentos), el estilo de vida (actividades deportivas y recreativas), los factores ambientales (condiciones de la vivienda, hábitos sociales), factores socio económicos (ingreso, cultura) y la automedicación. »
Respecto de esta última hay la tendencia a abusar con la mediación de personal de farmacias que recetan de todo y para todo.
Otros van más allá con recomendaciones no menos valederas para el autocuidado, como conocer las cifras de tensión arterial, sus niveles de colesterol y de azúcar, saber nociones elementales de primeros auxilios, no transitar hablando por celular en la calle. El autocuidado en los primeros años de vida se delega a padres y cuidadores que deben educar a los hijos en esa práctica.
Es el segundo a segundo en casa, fuera de ella y en el trabajo donde existe la corresponsabilidad de cada uno para su propio cuidado, y reciprocidad con sus allegados y la comunidad en general.
La seguridad y salud en el trabajo no es tomada con la seriedad que merece en el ámbito laboral, los trabajadores no se autocuidan como debiera ser. Cada 15 segundos, 153 trabajadores tienen un accidente laboral, indica la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Trabajo decente es sinónimo de trabajo seguro.
El Ministerio de Salud de Chile indica algunas prácticas de autocuidado como alimentación según necesidades, manejo del estrés, relaciones sociales y resolución de problemas interpersonales,
actividad física, control y reducción del uso de medicamentos, seguimiento de prescripciones de salud, comportamientos seguros y recreación, entre otros. La Asociación nacional de empresarios de Colombia, ANDI aconseja “en el proceso de autocuidado descansar, compartir, buscar actividades diferentes a las que se realizan de forma cotidiana, como divertirse, entre otras actividades.”
En España la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) elaboró hace más de una década la Guía Práctica de la Salud para mejorar la autonomía en salud de las personas.
La Guía sumamente confiable, incluye videos de las molestias de salud que suelen aquejar a las personas, y sus soluciones rápidas. De acuerdo a un estudio de semFYC, el 72 % de los médicos admite que debería enseñar más autocuidados a los pacientes.
En algunos sitios comienzan a celebrarse la Semana del Autocuidado. El día del autocuidado debiera constituirse en todas partes, para que no suceda como en Colombia, que de acuerdo a datos oficiales las personas por no autocuidarse, los últimos 17 años de la vida son afectados por alguna enfermedad.
@luforero4
LAS OMS Y LA CARTA DE OTTAWA