Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho

Hace mucho tiempo se viene abogando en el mundo entero acerca de no hacer discriminaciones entre una persona y otra; a lo que en realidad no se le ha puesto remedio; “es como estar viviendo en la era del odio”, dicen las Naciones Unidas.

En 1948 la Declaración de los Derechos Humanos especialmente en los artículos 1,2 y 7 acoge el principio de la no discriminación por color, idioma, nacimiento, origen nacional o social, opinión política, posición económica, raza, religión, sexo, o de cualquier otra índole.

Pese a ese documento histórico acogido por todos los países y a los diversos instrumentos internacionales acordados en ese sentido, la discriminación sigue manifestándose en modalidades como el acoso escolar – Bullying -, el acoso sexual, en el trabajo, los vecinos, el desconocimiento a los derechos de las personas con discapacidad, hacia los migrantes, refugiados; hasta la discriminación en los centros de atención de salud.

La Relatora Especial de la ONU sobre racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de in tolerancia, aborda el uso contemporáneo de la tecnología digital en la propagación de intolerancia neonazi y formas conexas de intolerancia.

98 países  criminalizan algunos tipos de trabajos sexuales;  69 países siguen criminalizando las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo; en 29 países las mujeres necesitan consentimiento de su marido o pareja para acceder a servicios de salud sexual o reproductiva; 19 países deportan a los extranjeros cuando estos tienen un estado serológico positivo; en 17 países se penaliza a las personas transgénero; en sólo cuatro de 10 países, existe un número igual de niños y niñas que asisten a la escuela secundaria; en fin, 100 países criminalizan el consumo o la posesión de drogas para consumo propio.

Unas de cada cinco personas encarceladas están en prisión por delitos relacionados con las drogas y de estas un 80 % eran consumidoras o estaban en posesión de sustancias para consumo propio.

“Las leyes discriminan de muchas maneras, pero la criminalización de las personas es una de las formas de discriminación más devastadoras”, señaló Unaids.
Algunos de convenios internacionales sobre la no discriminación entraron en vigencia hace 50 años como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, adoptada en 1965; hace 40 años la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y en 1958 el C111 - Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958 de la OIT.

La humanidad sigue lejos para acoger la diversidad en todas sus formas, de alguna manera ese problema sigue sin plantearse de frente, permitiendo mayor violencia, exclusión y amenaza a la vida.

@luforero4