Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en |
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En el Perú, las que más arremeten son las enfermedades no transmisibles (ENT) o enfermedades crónicas, como el cáncer, la tuberculosis, la hipertensión y la diabetes mellitus. El cáncer está truncando tempranamente la vida de peruanos entre los 30 y 59 años de edad; el año pasado, el 26.1% de muertes por cáncer en el país ocurrieron entre los adultos en ese rango de edad.
¿Qué ha hecho y qué no hecho, el Estado peruano para prevenir o tratar esas enfermedades? En general muy poco, de cuando en cuando, adelanta actividades como la “Semana de Oro de las Enfermedades No Transmisibles”; la “Caminata Tomemos Control de la Diabetes ¡Ya!”, o se ilumina la sede central del Ministerio de Salud. Pero en serio nada.
Respecto a lo que no ha hecho el Estado sobre el particular, es que el servicio de atención primaria en salud, continúa sin esforzarse lo suficiente para detectar tempranamente las ENT, en atención a que mientras no se modernice el Seguro Integral de Salud (SIS), no se puede hablar de cobertura universal en salud. El sistema de afiliación en el SIS es muy débil en las modalidades de subsidiado y semicontributivo, cuyos beneficiarios son los más pobres en recursos económicos, y los que más padecen ENT.
El presupuesto para el programa del cáncer, fuera de que ha bajado, no se ejecuta al ciento por ciento; pese a que en las zonas rurales, sólo un 4% de las mujeres en la edad respectiva se ha mandado hacer una mamografía en los últimos 2 años. Recientemente fue presentado en el Congreso de la República, un proyecto de ley declarando de interés nacional la atención integral del cáncer.
Del plan para contrarrestar la tuberculosis, quedó solo su nombre: La Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis ESN-PCT, que brindaría un tratamiento apropiado, oportuno, supervisado, y además gratuito.
Los casi 2 millones de peruanos que sufren diabetes, si no acceden a un tratamiento regular, corren el riesgo que se afecten del corazón, vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios. Los hipertensos, pueden ser muchos, pero igual todos deben estar controlados.
Las autoridades sanitarias, léase Ministerio de Salud, no se ha esforzado en planificar las actividades en materia de salud pública; limitándose a proyectos momentáneos. El tratamiento de las ENT se sigue negando a un grueso considerable de la población; por sus costos, los procedimientos se convierten en un privilegio. En este quinquenio para lograr un equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, al menos del personal que labora para el gobierno, se ha ensayado con aeróbicos, y ahora con yoga.
En el Perú, más de la mitad de la población adulta y uno de cada 5 niños menores de 10 años sufre de sobrepeso y obesidad. Aunque no quita mucho al presupuesto, siguen sin promoverse como es debido, modos, entornos y estilos de vida saludables, a toda la población para evitar las ENT desde temprana edad. Las autoridades locales en las Regiones, no disponen de ánimo y recursos para esos efectos.
A nivel nacional, pareciera que en lugar de combatir, se promueven las dietas malsanas, como acaba de suceder con la reglamentación de la ley contra la comida chatarra, que va en contra de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el país aprobó en 2015.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en su momento dejó entrever su molestia por la exoneración de segunda votación en el Pleno del Congreso de la República del proyecto de ley que modifica la Ley de Alimentación Saludable, “cerrando la puerta a la posibilidad de un debate amplio y transparente”.
La responsabilidad en cuanto a políticas sobre ENT no es exclusiva de salud; para la OMS debe involucrarse entre otros sectores las finanzas, el transporte, la educación, la agricultura y la planificación. En cuatro frentes se deben concentrar los equipos interdisciplinarios: la detección, cribado, tratamiento y acceso a los cuidados paliativos de las ENT.
Las enfermedades no transmisibles (ENT), que causaron el 72% de las muertes en el mundo, no son pasajeras ni surgen por causalidad, “resultan de la combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales”, explica la OMS. El mundo no es ajeno a esos padecimientos; las cuatro enfermedades que en su orden causan más defunciones, son las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas ( enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma). Las ENT son propias de países de ingresos bajos y medios, y puede afectar a las personas sin distinción de edad. A nivel global, funciona el Plan de acción mundial para la prevención y control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020.
El Estado peruano tiene un compromiso con la comunidad internacional: reducir las muertes prematuras por ENT en un 25% para 2025, y un 33% para el 2030. El anterior reto se adoptó en las Reuniones de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las ENT de 2011 y 2014.
@luforero4
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