Por: Luis E. Forero Medina
Al acudir al médico en consulta, o al ingresar al Hospital como paciente, una persona puede agravar su salud o tener consecuencias fatales por la ocurrencia de un presunto error médico, farmacias, laboratorios y entidades interrelacionadas.
En el Perú cuando ocurren daños y perjuicios a un paciente, el establecimiento de salud es solidariamente responsable por la actuación “negligente imprudente o imperito” de médicos y personal sanitario, según la Ley General de Salud, Ley 26842. El Instituto de Medicina Legal de Lima, recibe las denuncias por tales errores, que se han incrementado y se presentan generalmente en intervenciones quirúrgicas. Varios de esos asuntos trascienden la responsabilidad civil para adentrarse en el terreno del derecho penal.
En uno y otro evento para que se declare la responsabilidad profesional en la mala praxis, debe existir una relación directa entre la actuación y el daño causado. Los errores médicos se atribuyen a negligencia, culpa e inclusive dolo. La mayoría de las denuncias son evaluadas de acuerdo a la lex artis; o la manera habitual y diligente de cumplir los trabajos de un oficio. En Estados Unidos y Europa los galenos cuentan con Pólizas de Seguro que responden de los daños patrimoniales ocurridos por errores. Los pacientes que participan activamente en los procedimientos médicos, ayudan a evitar la mayoría de errores.
La jurisprudencia del Consejo de estado colombiano sostiene que la demostración de la falla en la prestación del servicio médico está a cargo del demandante. Algunos ejemplos de errores médicos en Colombia, varios ya fallados, son el de una paciente que ingresó para una citología y perdió la virginidad; otra entró al quirófano por un problema de hombro y salió coja; un varón cuya intervención quirúrgica le causó disfunción eréctil, no le había advertido de las consecuencias de la operación. Un paciente soportó durante mucho tiempo en su organismo unas pinzas olvidadas al médico; otro no fue sujetado suficientemente a la mesa de operaciones, y en plena operación terminó en el suelo.
Para prevenir los dislates, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda implantar una materia de Simulación clínica. En Argentina, Colombia, Costa Rica, México y Perú, con el patrocinio de la OMS, se adelantó el estudio IBEAS sobre prevalencia de efectos adversos relacionados con la asistencia hospitalaria, concluyendo que de cada 10 personas internadas una puede ser víctima de un error médico.