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Hospital de Huancavelica, descuidados en el manejo de residuos
Son un peligro mortal. Los hospitales después de las intervenciones a los pacientes, quedan con elementos desechables, como agujas, jeringas, gasas, algodones, guantes, sobras de alimentos, fármacos a medio consumir, medicamentos vencidos, instrumental médico desechable, etc., los cuales se convierten en material altamente peligroso.
Todos esos sobrantes deben ser manipulados y eliminados adecuadamente para prevenir posibles infecciones al personal médico, pacientes, visitantes y vecinos.
Rajados en Hospital de Huancavelica
La Defensoría del Pueblo en una visita a varios hospitales, determinó que en el Hospital de Huancavelica, se siguen quemando esos residuos en un rústico horno de hace medio siglo.
"Quien contamina paga"
En Perú el tema de los residuos hospitalarios se rige por la Norma Técnica No 096, que muchos directores de hospitales desconocen o se la pasan por la faja, y el gobernador regional de Huancavelica, Glodoaldo Álvarez, no hace sentir su autoridad para prevenir y corregir esta situación que sin duda está causando perjuicios en la salud de la población peruana.
La labor de eliminación de los desechos hospitalarios en la generalidad de los casos, es responsabilidad de los encargados de aseo, que muchas veces no reciben una capacitación adecuada, o deben trabajar con equipos pasados de moda para esa labor. La Organización Panamericana de la Salud involucra en esta tarea a Gerentes de establecimientos de salud, Personal médico, Personal de enfermería, Personal auxiliar, Personal de limpieza, Personal de laboratorio, Personal técnico, El Ministerio de Salud, El Ministerio del Medio Ambiente, Autoridades Locales, los directivos encargados del manejo de residuos, los recolectores de basura, personal de tratamiento y disposición de residuos y Rebuscadores informales de basura.
Cruzada de la Organización Mundial de la Salud
Hace 16 años esta Organización comenzó a divulgar recomendaciones a las autoridades sanitarias que han quedado en el olvido. En el año 2000, según la Organización Mundial de la Salud, la aplicación de inyecciones con jeringas contaminadas causó en el mundo 21 millones de infecciones por el virus de la hepatitis B, dos millones por el virus de la hepatitis C y 260 000 por el VIH.