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Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho
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Las huertas familiares datan de la prehistoria, en todo el mundo se ven en techos, balcones, patios, terrazas, en una pared, en parte del patio o el antejardín; en fin una pequeña parcela es suficiente para el desarrollo de una huerta familiar. Esta modalidad es lo que se denomina la agricultura urbana y periurbana.
La mayoría de alimentos proceden de extensos cultivos; la huerta familiar es lo contrario, en pequeñas áreas dentro del hogar se utilizan esos espacios para garantizar la seguridad alimentaria y de unos cuantos “ingresos monetarios nada despreciables”, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO). De esta manera, por su integración dentro de la casa de habitación, es más fácil controlar los depredadores y plagas que atacan la vegetación.
En una huerta familiar se producen plantas alimenticias, frutos, tubérculos, frutas, condimentos y especias, plantas aromáticas y diversas hortalizas como la cebolla, la alcachofa, el brócoli, la espinaca, col china, la calabaza, el ajo y la albahaca. Las legumbres u hortalizas tienen la ventaja que pueden ser cultivadas a lo largo del año. En las huertas caseras predominan las plantas medicinales, que en el Perú son 1109.
La inversión en las huertas familiares son modestas, y sus resultados en algunas ocasiones se ven en un tiempo de seis u ocho semanas. “Una huerta familiar, incluso muy pequeña, puede producir las necesidades en vitamina A, vitamina C y en otras substancias nutritivas de un niño en pleno crecimiento”, indica la FAO.
« Las huertas caseras no han de entenderse únicamente en lo referido a la flora; los animales también participan, como los conejos, peces, vaca, ovejas. »
Los beneficios de las huertas caseras son diversos: contribuyen significativamente a la seguridad alimentaria, surten en épocas de no cosecha o de escasez, el trabajo de las mujeres es más suave que en cultivos extensos y se convierten en un ingreso suplementario para la familia.
En las huertas familiares se encuentran además de los cultivos, semilleros, abonos y recolectores de agua lluvia y de agua para el lavado de los utensilios de cocina, que se utiliza en el riego. En este sitio se eliminan los desechos familiares para convertirlos en abonos compuestos, a partir de los desperdicios de la cocina, papel y otros materiales orgánicos.
Aparte de las huertas caseras, como otros tipo de desarrollar la agricultura, están las huertas tradicionales, las huertas experimentales, huertas comerciales, viveros y los huertos escolares. En cuanto a los huertos escolares, indica la FAO que fuera de desarrollar el trabajo en equipo, enseña a cultivar frutas y verduras, promueve una mejor nutrición, son alimentos saludables, y valora el trabajo de quienes producen nuestros alimentos.
A la hora de empezar a armar la huerta casera, una buena guía la presenta el
Jardín Botánico de Medellín (Colombia), cuyo modelo “funciona bajo principios agroecológicos”.
En general, en los países latinoamericanos poco o nada se promociona el cultivo de las huertas familiares y huertos escolares.
@luforero4