Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en |
---|
A buen entendedor, pocas palabras; César Villanueva Arévalo como presidente del Consejo de Ministros ha comparado al país con un barco que zozobra, un carro varado, una posta descuidada y hasta con un toro bravo. Ha explicado cómo recibió el barco, y sabe “cómo tenemos que navegar de acá para adelante para llegar a buen puerto”.
Para poner rumbo quiere “un viento fresco, un ventarrón de la descentralización del país; trabajando de manera intensa día y noche, incluso feriados”.
El país a Villanueva se le parece a un auto, que cuando está varado, “trabajando todos los ministros deben empujar el carro en la misma dirección”, para que nos mueva; no al contrario, unos para un lado y otros para otro, como se venía haciendo; y así nunca se pudo desvararlo. Igualmente ha asemejado al país a una posta, que este gobierno alistará para que quien la tome el mando en julio del 2021 “pueda hacer una gestión con éxito”.
También a un toro, al cual el gobierno de Vizcarra ha decidido tomar “por las astas”; especialmente en agricultura, educación, salud, vivienda, transportes y comunicaciones.
El Jefe del Gabinete acude a las matemáticas, valiéndose de “una ecuación muy sencilla”: Subida de inversión = Baja de gastos corrientes (tijera en viajes en primera clase, fiestas por todo, consultorías innecesarias e `imprevistos`) + Presupuesto. Todo = 1,800 a 2,000 millones de soles, lo que cuesta ajustarse el cinturón en adelante. Con esos 2.000 millones se fortalecerán las regiones, la inversión, “y alcanza hasta para hacer un hospital y una escuela más”. Falta por aclarar en la ecuación el valor de la incógnita.
Para Villanueva que precisamente no va a gobernar con la calculadora sino con sentido humano; “a partir de las diferencias podemos encontrar las coincidencias”.
Bajo el hipotético caso que la economía está de capa caída, y se necesita “volverla a levantar”; Villanueva trabaja en una mesa de tres patas (velocidad, eficiencia y transparencia), y con el resto del gabinete empezó a “a prender los motores”. Los Consejos de Ministros que empezaban cerca del medio día son del pasado; ahora inician a las siete de la mañana en punto, de lunes a domingo, a ver “adónde caminamos”.
A los gobernadores regionales, les pidió “humildad para estar cerca a la gente y escucharla”, y que le ayuden a gerenciar todo el país. Con los gobernadores regionales, este gobierno no quiere atenderlos tanto en Lima, sino que el presidente Vizcarra, Villanueva y los ministros se desplazarán a sus regiones, para arreglar los problemas in situ (en el sitio). “Lima no es la única parte del país, Lima es donde están sus escritorios, pero tenemos que gobernar con una visión nacional”, dijo el premier, quien fue presidente del Gobierno Regional de San Martín (2007-2010 y 2011-2014). (Su gestión fue calificada como el “Milagro San Martín”).
Respecto del problema mayúsculo en las regiones sobre las obras adelantadas en un 90% y paralizadas hace tiempo por falta de recursos, el premier prometió concluirlas antes que terminen los periodos de los actuales gobernadores y alcaldes. Vigilando eso sí, prioridades; a ver qué es lo que realmente se necesita; y que hasta el último sol se gaste bien, pues Economía dio el aval para girar lo necesario para terminar algunas de ellas.
Los principales problemas a resolver en tres años son modificar el paso de tortuga que lleva el inmenso aparato burocrático y terminar con la duplicidad de funciones de los sectores central, regional y local. En este país tan dado a expedir leyes, esa telaraña de normas a veces más que solucionar asuntos los complica; aunado a la inveterada costumbre heredada de los conquistadores españoles que todo se soluciona en la capital de la República, a costa de la debilidad e independencia de gobiernos regionales y locales.
El premier Villanueva, antes de asistir protocolariamente con el Gabinete Ministerial de Vizcarra al Pleno del Congreso de la República el 2 de mayo próximo, para presentar su propuesta hasta el 28 de julio de 2021, ha cerrado con broche de oro las reuniones con las bancadas del Congreso, del cual espera un voto de confianza.
Para julio de 2021, la meta de este Gobierno “fuerte, sencillo, moderno, pero con alma y cariño provinciano” es entregar un país sano en lo económico y unido en lo social; que incluya a todos los peruanos; desde el extremo Norte en Guepí, en la frontera con Ecuador y Colombia; hasta el extremo Sur, en Alto Perú, en los límites con Bolivia y Chile; a los grandes ríos de la Amazonía, a los puntos más elevados de los Andes y a las playas del Perú.
@luforero4
Recibe las últimas noticias del día