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Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho
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La llama, el más grande de los camélidos sudamericanos, desciende del guanaco; como él escupe, silba y da patadas. Luce como de cabeza “afeitada”; su cola es ligeramente sobresaliente, y parece muy vanidosa.
La llama hasta los diez años o más sirve para llevar carga, pero no tanta; con su lana se fabrican cuerdas, alfombras y cuero. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) “las fibras de llama son de menor valor y más variada, en colores y diámetros que las fibras de alpaca”.
La llama está presente en las cartas de restaurantes, siendo un plato apetecido porque su carne contiene poco colesterol. En Bolivia las distintas familias de camélidos forman parte de la seguridad alimentaria y nutricional. En algunos países altiandinos sirven como mascotas. “En ese sentido las llamas aportan incluso más que las alpacas, ” señala la FAO.
La llama al igual que la alpaca, fue domesticada fundamentalmente para la subsistencia de pobladores indígenas; porque por las alturas “donde viven donde no es posible la agricultura y la crianza exitosa de otras especies de animales domésticos”, según la mencionada Organización.
La llama, alpaca, vicuña y guanaco, son especies únicas de mamíferos autóctonos del Continente americano. Estos animales descienden de los «barcos del desierto» (camellos y dromedario). Las llamas y alpacas se crían en Acobambilla; presentando una buena producción de fibra, lácteas, de cueros y pieles.
La llama, el guanaco, las vicuñas y la alpaca tienen su año, el 2018 fue declarado Año Internacional de los Camélidos por la FAO , atendiendo una propuesta del Estado Plurinacional de Bolivia; país que junto con Perú, están entre las naciones de los Andes que tienen la mayor población de llamas. Para rematar este homenaje a los camélidos suramericanos, Bolivia el próximo año será sede del VIII Congreso Internacional de Camélidos. El VII Congreso se realizó en 2015 en Puno a orillas del Lago Titicaca, considerado el lago navegable más alto del mundo.
A nivel global, el año 2024 fue declarado el Año Mundial de los Camellos; y a nivel local, como desde hace muchos años, a finales de agosto y en noviembre los comuneros del distrito chinchano de Chavín festejan el Chaccu de vicuña en el sector de Huarasaga, anexo de Marcocancha. Unos cien individuos se atrapan, se esquilan solo a los que tengan abundante lana, y se les libera.
@luforero4