Por: Luis E. Forero Medina Abogado/Especialista enSaluderecho |
---|
Por los insuficientes modelos de servicios de salud que por décadas han imperado en América Latina y el Caribe el fragmento juvenil de la población ha tenido que padecer consecuencias fatales, a veces irreversibles en la adultez.
La población joven en América Latina y el Caribe, representada aproximadamente en el 30% de la población, por lo general es "saludable”; no por eso se justifica que “a menudo se pasan por alto sus necesidades en salud”.
La postura de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que “en la mayoría de los países, el acceso de la población joven a los servicios de salud sigue siendo insuficiente”.
Actualmente el proceso de atención en salud a la población joven se asemeja a una saga, donde si se logra traspasar la primera barrera, una política de financiamiento; el joven se encuentra con la segunda, la geográfica que a veces le impide llegar al centro de salud; y si supera esta, no encuentra personal de salud apto o suficiente para su consulta.
Otros obstáculos que hallan los adolescentes (edades entre los 10 y los 19 años) y jóvenes en la atención en salud, son incumplimiento de la confidencialidad, los juicios de valor y la desaprobación relacionados con la actividad sexual, el consumo de sustancias psicotrópicas y la discriminación, indica la OMS.
Los adolescentes en el mundo, aproximadamente 1200 millones de personas, prevendrían numerosos inconvenientes de salud en su adultez, si las políticas sanitarias estatales enfocadas preventivamente, se propusieran a trabajar en al menos cuatro temas: la violencia juvenil, la siniestralidad vial, el embarazo y los hábitos perjudiciales para la salud adquiridos en la adolescencia y la juventud.
La OMS ha venido proponiendo la Estrategia IMAN (Integración del manejo de los adolescentes y sus necesidades). “Este nuevo modelo incluye, además del saber científico, las concepciones básicas de la población. Exige pensar la salud-enfermedad como un proceso individual y colectivo, entretejido por diferentes factores”.
Uno de esos factores en esta población es el “autocuidado de su salud; autocuidado/cuidado mutuo” que llevan a cabo los adolescentes; etapa en la que juega un papel táctico el primer nivel de atención; sin excluir los otros dos niveles de atención de salud, escenarios en los cuales de la misma manera se deben asegurar las condiciones básicas de atención de adolescentes.
Otro es que este segmento generacional participe de acciones preventivas y de atención clínica, y el personal de salud que los atiende esté permanentemente capacitándose.
En Perú desde el 2012 rige una norma de Salud para Adolescentes que está en vía de modificación. Las áreas prioritarias en este país al respecto son los derechos sexuales y reproductivos y la salud física y mental de adolescentes y jóvenes.
Fuentes oficiales sostuvieron que “están comprometidos con el desarrollo y fortalecimiento de políticas integrales para ampliar y mejorar los servicios de salud de calidad para los y las adolescentes”.
@luforero4 |
Recibe las últimas noticias del día