Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en |
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Regresar sano y salvo cuando se sale de casa en coche particular o público en cualquier día y en los feriados largos, es el reto para no convertirse en parte de las estadísticas sobre siniestralidad vial. Cada día alrededor de 3500 personas fallecen en las carreteras y decenas de millones de personas sufren heridas o discapacidades cada año.
Los orígenes de los siniestros viales se atribuyen indistintamente a todos los actores de la vía, principalmente el Estado; las empresas de transporte público que supuestamente someten a los conductores a extensas jornadas laborales, sin lugar a descanso; el transporte público informal y a los conductores por impericia.
Son errores que no se deben seguir cometiendo, como ir viendo pantallas de los celulares mientras se conduce o cruzan la pista, no usar el cinturón de seguridad de los vehículos, de parte de conductores y acompañantes; no utilizar los cruceros peatonales , no mantener en condiciones mecánicas óptimas el automotor o abusar de la velocidad. El Reglamento nacional de tránsito peruano permite en zonas urbanas velocidades máxima de 80 KPH en vías expresas, 60 en avenidas y caminos rurales, 40 en calles y jirones y 30 en zona escolar y zona de hospital.
En carreteras las velocidades autorizadas son mayores, sin embargo los expertos recomiendan conducir a la defensiva, máximo a 80 KPH. Esos límites de velocidad serían reducidos, como se rumora en el Parlamento peruano.
Con el fin de evitar siniestros viales, (no accidentes, según la terminología que se sigue utilizando indebidamente en este país), en las salidas de Lima se instalaron cinco cámaras inteligentes con el propósito de monitorear los viajes. Con esta tecnología de fiscalización electrónica, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (SUTRAN), procuran “evitar accidentes”. Otra estrategia de SUTRAN en la lucha contra los siniestros viales, es impartir continuamente educación vial.
Además de los conductores, sus acompañantes contribuyen a que sea seguro o no el viaje en auto particular o público. A veces el paseo se convierte en un dolor de cabeza a causa de los alimentos que se consumen en carretera.
En el mundo, y en Latinoamérica y el Caribe y sus 634 millones de habitantes, “los alimentos en venta en la vía pública han llegado para quedarse”, afirma John Lupien, Director de la Dirección de Alimentación y Nutrición. Es indudable los beneficios que conlleva conseguir alimentos en la vía; pero no son pocos los riesgos que corre la salud. Los estudios realizados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), muestran que, desde Bogotá a Bombay, vender aperitivos y alimentos completos en las calles es una forma importante de obtener ingresos, sobre todo entre las mujeres pobres
SUTRAN aconseja a los conductores investigar las condiciones del clima, descansar antes de manejar y comer ligero; no ingerir bebidas alcohólicas ni pastillas; revisar luces, frenos, neumáticos, cinturones de seguridad; llevar el kit de emergencia; planificar la ruta (vías habilitadas, horario de manejo y precio de pajes), y portar la tarjeta de identificación vehicular, el certificado de revisión técnica y SOAT.
@luforero4
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