Del médico peruano se dice que tiene  “tiene ojos de águila, corazón de león y manos de mujer por la delicadeza con la que trata los tejidos”.
 

El Ministerio de Salud de el Perú cuenta con 6 700 vacantes para médicos y el Seguro Social  (Essalud),  tiene 7200 plazas sin llenar, lo cual a primera vista es una buena bolsa de empleo, que termina siendo rechazada por los galenos porque les hacen conejo al contratarlos o sus sueldos son demasiado bajos.

Los médicos especialistas en el Perú  por ley tienen derecho al pago de un bono por su especialidad,  e igualmente los médicos generales que  presta sus servicios en  atención primaria en salud. En las Regiones  ha hecho carrera la cultura del no pago de estos bonos a los galenos, aunque el dinero lo gira el Ministerio de Salud. Sencillamente los gobiernos regionales hacen mala cara cuando los médicos les reclaman este pago, y el gremio el único remedio que tiene es lanzarse a las calles a protestar, como sucedió los pasados 19 y 29 abril, entre otros motivos porque hasta la presente, so pretexto de la descentralización en salud aprobada por la reforma, los gobernadores manejan ese portafolio  a su antojo.

La Federación Médica Peruana, próxima a cumplir setenta años de fundada, demanda el logro de la aprobación y firma de la ley 30 423, que estaba siendo reclamada insistentemente en la Mesa de Dialogo, junto con la Asociación Nacional de Médicos del Ministerio de Salud. (Minsa).

Si bien la citada ley 30 423  arreglaría varias injusticias como la descrita de la negativa del pago de los bonos a los médicos; preferentemente los que trabajan fuera de Lima, devengan pésimos sueldos y al parecer son vinculados bajo precarias condiciones laborales.

Los médicos de atención primaria son remunerados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con diferentes  métodos de pago, como  sistema por cápitas, sueldo,  sistemas mixtos de pago y honorarios por servicio.

De los cuatro métodos, la OMS considera positivo el de honorarios por servicio porque  “se asociaron con más visitas de los pacientes, una mejor continuidad de la atención y un mayor cumplimiento con la cantidad de visitas recomendadas”, y lo considera negativo porque ese sistema  “mostró una menor satisfacción del paciente en cuanto al acceso al prestador de salud; y aún se desconoce el impacto en el estado de salud del paciente.”

De acuerdo a expertos laboralistas el mejor sistema es el de sueldo ya que supone la formalización laboral con los derechos que conlleva, como prestaciones sociales,  seguridad social integral y  poder crear organizaciones sindicales.

Independientemente del sistema que se escoja o se imponga en el momento de contratar a los médicos, éste personal científico escasea en el país –los especialistas más- , y  no se siente a gusto trabajando en su tierra natal, por lo que  emigran a adelantar especializaciones en el exterior y allá se quedan, o  atraídos por las remuneraciones y ventajas que tienen los doctores  en otros países, salen para  Bolivia, Chile,   Brasil,  Ecuador y España.

Del médico peruano se dice que tiene  “tiene ojos de águila, corazón de león y manos de mujer por la delicadeza con la que trata los tejidos”.