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Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho
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La vicuña, representa a la fauna, uno los recursos naturales del Perú;
especie que por el aleve ataque es objeto de los depredadores humanos, que husmean toda especie para reducirlos hasta la muerte y lucrarse de tan perverso oficio.
Si hay estadísticas dolorosas de llevar son los cientos de animales víctimas de los cazadores de vicuña, que registra una a una el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), en regiones como Huancavelica. En el país del 2010 al 2015 encontraron muertas unas cinco mil vicuñas, les habían extraído la piel.
Cuando el “botín” no es ganado en cazas masivas, las especies que viven en bosques (la mayor riqueza peruana) son extinguidas por la contaminación; desplazadas o
liquidadas por la tala de árboles; la migración de especies o su utilización para la medicina tradicional, conocida como caza de bushmeat ("carne de arbusto" )
Por las anteriores causas y otras, en la actualidad se presenta el "síndrome de bosque vacío", como califica la situación la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO), a esa inmensidad de bosques tropicales y subtropicales vaciados “cada vez más de grandes vertebrados".
Existen récords que no se desearían tener, otros que son un orgullo; en la primera clase es que el Perú es el principal depredador de delfines a nivel mundial, con miles y miles de muertes de esos cetáceos a su espalda. Hay quienes afirman que de 1964 a 1995 se mataron unos 250,000 cetáceos menores.
El tiburon se encuentra en el mismo estado.
Los piratas se pasean campantemente en embarcaciones artesanales, ocasionando una masiva muerte animal en los puertos de Paita, Pucusana, Ilo, Mollendo, Callao, Chiclayo, principalmente.
« La vicuña, que representa por antonomasia a la fauna o el reino animal de la extraordinaria biodiversidad del Peru es una especie que por el aleve ataque es objeto de los depredadores humanos, que husmean toda especie para reducirlos hasta la muerte y lucrarse de tan perverso oficio. »
Los títulos mundiales que le ha otorgado la naturaleza a el Perú, entre otros ser el segundo país con mayor número de especies de aves en el mundo, podrían estar en peligro de perderse y la extinción de decenas de especies.
Entre las aves que caen desde el cielo para nunca volver a volar, está la Pava Aliblanca, que se asomaba a la Costa Norte Peruana; el Churrete Real, ave que busca salvarse en los Queñuales Húmedos cerca de Machu Picchu; el Colibrí Maravilloso, que trasiega por el
Amazonas y el Delfín rosado del río Amazonas.
Otras especies corren la misma fatal suerte como el Zambullidor de Junín; la Remolinera Ventriblanca en la sierra central; El Huapo colorado en la Llanura Amazónica y el Mono choro de cola amarilla en el departamento de Amazonas. Dentro de la especie de los primos, el Mono Choro de cola amarilla, único en el mundo, que conviven en la Cordillera de los Andes con el ciervo Taruca, al igual que El Cóndor, el ave más grande del mundo, y la Rana del Titicaca, todos en la mira de los cazadores.
El singular oso de anteojos.
Ese sombrío panorama, desorden y falta de control estatal, permite que la fauna peruana termine en exclusivos almacenes en Europa, donde es convertida en prendas de vestir y otros usos industriales.
El Banco Mundial, la INTERPOL, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres (CITES), a nivel global han formado un solo bloque en el Consorcio Internacional para Combatir los Delitos contra la Vida Silvestre, en miras a defender a las especies en vías de extinción..
“El comercio de la carne de caza está frecuentemente facilitado por actividades madereras, porque los caminos madereros proporcionan fácil acceso a bosques cada vez más remotos y los camiones madereros son usados para transportar carne de caza”, puntualiza la FAO.
@luforero4