Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista enSaluderecho |
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Desde Huamanga (Ayacucho), donde el Jefe de Estado descartó un golpe de estado, lanzó después de siete meses de su gestión la Agenda del Bicentenario de la Independencia, que se sintetiza en 6 banderas: corrupción, diálogo, unidad, igualdad, naturaleza y orgullo.
Simultáneamente en todas las Regiones se repitió el mismo acto con coloridos pasacalles, desfile de comparsas, representaciones teatrales, danzas al ritmo de los instrumentos de percusión, viento y bombo, y otras actividades culturales. A los actos asistieron los alcaldes electos; en Trujillo el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva Arévalo, se emocionó al punto de ofrecer incentivos a los alcaldes que logren reducir la anemia a cero.
Las próximas tres semanas las oficinas del Poder Ejecutivo como presidencia y ministerios estarán a cargo de los mandos medios; en este período sus titulares, incluido el presidente de la República, se dedicarán a visitar todas las Regiones, como el último calentamiento de cara a uno de los encuentros democráticos más significativos en las tres últimas décadas en Perú.
Las reformas judicial, referida a la conformación y funciones de la Junta Nacional de Justicia, antes Consejo Nacional de la Magistratura; y la reforma política, dirigida a regular el financiamiento de las organizaciones políticas, prohibir la reelección inmediata de parlamentarios de la República y establecer la bicameralidad en el Congreso de la República; según el gobierno “ redundarán positivamente en la competitividad del país y en el bienestar de los peruanos”.
En Huamanga el presidente Vizcarra habló a los jóvenes; disertó acerca de problemas postergados, del “yugo de la corrupción”, en el que se anunció que no van a tapar nada, y de un conjunto de obras, que según el mandatario “sientan las bases de ese Perú que queremos construir”.
Un de las prioridades contenidas en dicha Agenda, es resolver la carencia de agua potable que sufren tres millones y medio o más de peruanos. Este gobierno se propone abrirle poco a poco los grifos a esa población de aquí al 19 de julio de 2021. Con este fin, se destinó una importante partida que es invertida en la ejecución de unos 700 proyectos de este tipo.
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¿A qué otros problemas y obras postergadas se refiere Vizcarra? Son muchas obras en camino, empezando por el más digno representante de esta categoría: El nuevo aeropuerto Jorge Chávez , convertido en un elefante blanco, que hace 17 años debió de haberse entregado. Desde entonces, cuando se informó que la obra se ejecutaría en un año, han desfilado cuatro presidentes de la República.
En la lista de esas obras procrastinadas, el jefe de Estado se refirió a varias que tienen que ver con los jóvenes “que tendrán la responsabilidad de conducir el tercer siglo de nuestra República”. Por ejemplo, las deficiencias en la educación superior; con el fin de llenar ese hueco, Vizcarra aumentó el presupuesto de 2019 en 6.9%. En Educación el incremento fue del 11%; en otros sectores ese acrecimiento ha sido del 5 y 6% en promedio.
Con esos recursos asignados a Educación en el próximo año, se eleva el piso salarial de los docentes, que es de 2000 soles a 2200 soles, hasta llegar a los 2500 S.
Ese dinero alcanzará para capacitar a los maestros, y aumentar el número de becas a estudiantes con escasos recursos económicos que terminan la secundaria, con el propósito que culminen su formación profesional o técnica.
Con el trabajo desplegado en este año, el primer mandatario cree haber logrado que la economía peruana crezca a 31 de diciembre de 2018 en un 4,0%, la máxima de la Región.
De esta manera el país moderno con el que se sueña, empezará “el 28 de julio del 2021, podremos estar inaugurando la obra más importante de este siglo: UN PERÚ NUEVO”, puntualizó el presidente de la República, Martín Vizcarra.
@luforero |
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