En muchas partes del mundo el paciente continúa siendo tratado bajo el sistema tradicional, proporcionándole una compañía, análisis deshumanizado de su historia clínica y esperar la hora final. En las personas afiliadas a sistemas de salud pública y principalmente los presos o detenidos, la atención médica además de inoportuna, para nada se pone de relieve la relación personal del personal de salud con los detenidos.
La nueva Ministra de Salud, la doctora Patricia García, se ha propuesto como una de sus tareas iniciales “recuperar la calidad de la relación médico-paciente”, basada en la información que tiene procesada sobre el tema, y que la lleva a no desaprovechar la oportunidad de dirigir las riendas de la salud, para ponerle remedio de una vez por todas a la insatisfacción en esa materia.
Los reclamos más frecuentes de los pacientes no sólo del Perú sino de otros países, es la mala atención, la juventud del galeno, falta de información en el ámbito clínico, la revelación a terceros de resultados de exámenes médicos, muerte por negligencias médicas; todas se resumen en una, la falta de respeto a la dignidad del paciente. Se sostiene que el médico no siempre se pone en los pies del paciente.
La Organización Mundial de la Salud OMS, se refiere al “desequilibrio de poder entre médicos y pacientes y la consiguiente necesidad de que los pacientes pudieran controlar las decisiones relativas al cuidado de su propia salud.”.
Los médicos en su carrera ven una materia denominada ética médica o bioética, y se saben de corrido el Código Internacional de Ética Médica, por lo que les resta es su aplicación.
En varios países funcionan Asociaciones defensoras de los derechos de los pacientes; en el Perú opera la
Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios Aspec.
Por su parte, también existen los pacientes llamados "difíciles", que llegan a proferir agresiones verbales y físicas a los galenos, pidiendo milagros en la mayoría de los casos.