Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en Saluderecho

El reciente Foro promovido por el Ministerio de Salud y el Banco Mundial, “Aseguramiento universal: Avances y desafíos del Seguro Integral de Salud (SIS)”, fue realmente la sesión solemne tras dos años de trabajo, iniciados  el 8 de diciembre de 2014 en Veracruz (México), durante la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, cuando el Perú se convirtió en el  primer país en  inaugurar los Programas País de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

A la sazón, Perú que aspira pertenecer a la OCDE, organización conformada por 34 países, no fue elegido al azar, sino por ser el 6o país más poblado de América Latina,  la 7ª economía de la Región, y una de las economías latinoamericanas que se está transformando con mayor celeridad; es el país con el crecimiento más fuerte de la Región.

De los grandes desafíos peruanos, en esa oportunidad la OCDE subrayó tres, uno de los cuales es reducir el alto porcentaje de la población sin seguridad médica y retiro. Más de 10 millones de habitantes  rurales y altamente vulnerables están a la deriva en materia de seguridad social integral, que comprende salud, riesgos laborales, servicios sociales y pensión o retiro.

La desprotección en salud podría alcanzar más de 15 millones de peruanos, si se desafilian al menos cinco millones del SIS, en virtud del decreto Legislativo 1346 dictado a fines del año pasado, que ordenó la depuración del SIS, por supuestamente haberse colado personas no aptas para afiliarse a ese Instituto.

 

En estos dos años frente a los 18 proyectos trazados en México para Perú, el país no se cruzó de brazos como fue reconocido en ese Foro. En el Perú  la desnutrición crónica en los niños menores de cinco años retrocedió de 31%,  en el 2000 a 14% en el 2015, se reveló en el Foro, y  el Banco Mundial afirmó que en el país disminuyó el índice de mortalidad infantil. La desnutrición crónica y pobreza se redujo además de Perú en Bolivia, Chile, Ecuador, y Venezuela.

Del evento se entrevió que se avecinan profundas reformas en el sistema de salud peruano, como separar las funciones de financiamiento, aseguramiento y provisión, que tradicionalmente la ha ejercido una sola entidad. Por los cambios que se prevén, se constituirán más organismos, efectuarían alianza públicos-privadas  y algunos empleados del SIS serían liquidados o  trasladados o a las nuevas entidades.
 

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