Cuando empieza a escuchar zumbido en los oídos, podría un audíólogo diagnosticar la enfermedad de tinnitus, o el comienzo de la pérdida de la audición, que en los jóvenes se presenta con más frecuencia por utilizar audífonos como reproductores de MP3 y teléfonos inteligentes, y en general por escuchar música a alto volumen. Las consecuencias en la salud de la manera de utilizar los dispositivos electrónicos, podrían ser definitivos a mediano y largo plazo.
Un joven que usa su reproductor musical con audífonos cuatro horas al día, tres veces por semana desde los 15 años hasta los 30, tiene probabilidad de perder el 30% de la audición en algún grado, indica el
Instituto nacional para sordos, Insor de Colombia.
En el mundo 1100 millones de jóvenes podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición debido a prácticas auditivas perjudiciales, subraya la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo a la OMS, 32 millones de niños menores de 15 años, son afectados por pérdida de audición; la mitad de los casos se pudo haber prevenido.
La sordera precoz o pérdida de audición, especialmente en países de ingresos bajos y medios, también se produce porque los niños y niñas contraen enfermedades por falta de vacunación contra la rubéola, meningitis, sarampión o la parotiditis.
Según una Encuesta adelantada en 2014 por la OMS, muchos países carecen de capacidad para prevenir y tratar la pérdida de audición. Solo 32 de los 76 países que respondieron a la encuesta, tienen planes en ese sentido. El informe indica que un número considerable de países no dispone de personal sanitario capacitado, de establecimientos de formación, de datos y de planes nacionales para atender las necesidades de quienes padecen problemas otológicos y auditivos. La población con enfermedades auditivas se encuentra con el obstáculo de adquirir un audífono; en el mundo su producción es bastante rezagada, sólo cubre el 10% de las necesidades mundiales.
La OMS y algunos planes nacionales de prevención de la sordera, recomiendan hacerse controles auditivos frecuentes ; reducir la exposición al ruido; utilizar tapones para los oídos; hacer pequeños descansos auditivos y evitar la inserción de objetos en los oídos.
La OMS subraya que cuando se implanten esos programas, el beneficio llegue “ a todos, incluidos los colectivos desfavorecidos de la población que tienen menos posibilidades de acceder a servicios de atención audiológica”.
@luforero4