El candidato presidencial republicano de EEUU, Donald Trump.
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Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en Saluderecho
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A cien días del 8 de noviembre en el que se conocerá si es Trump o Hillary, desde la nominación del republicano se revela cada vez más estilo de quien dirigiría la nación más poderosa del mundo, venida a menos , y absorbida por la delincuencia, inseguridad, pobreza , violencia doméstica, terrorismo , desorden y anarquía, según el magnate Trump, quien señala que por todo esto, el mundo ya no respeta a EE.UU. como antes.
América Latina y el resto del mundo no está dentro de los planes de Trump, que se dedicaría a defender los propios intereses de la Nación americana, expulsando a unos 11 millones de inmigrantes indocumentados. Como siempre el trompo de poner sería su vecino México, sellaría la frontera sur, que estaría atiborrada de agentes de seguridad.
De Donald Trump de 70 años, se conoce que fue estrella de la televisión, pero nunca incursionó en la política, y en su eventual gobierno estaría muy de cerca su familia para asesorarlo.
De su vida personal se dice que es extremadamente imprevisible, narcisista, multidivorciado, arrogante, se “vuelve loco” con el ruido de los aviones, dentro de sus círculos de amistades o de negocios, a veces se presenta de una manera inapropiada e inusualmente íntima , parece un payaso, y muy a menudo se pasa de raya con las mujeres, llegando inclusive a irrespetarlas. Trump dice que muchas de esas cosas “son inventadas”.
El candidato republicano hace declaraciones siempre salidas de tono, ofensivas, retadoras y hasta se inventa cosas, que al replicarle que eso no es cierto, responde con “¿Y eso qué importa?”.
No se sabe con qué va a salir cada día, y desde el 20 de enero de 2017, desde la Oficina Ova, adoptaría medidas tan extremas como exigir a los pordioseros un permiso para pedir limosna; anular los mandatos ejecutivos de Obama sobre inmigrantes; derogaría la Ley de Cuidados de Salud Asequibles; daría más poder a líderes militares; prohibiría la entrada de musulmanes a EE.UU., donde muchos de ellos llevan un estilo de vida en esa Nación nada que ver con las acciones terroristas que supuestamente lideraría el EI.
Para varios analistas internacionales las promesas de Trump son pura demagogia, ya que el presidente no es soberano en sus decisiones, y se le olvida que muchas de sus iniciativas deben pasar por el filtro del Congreso.
@luforero4
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