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Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista enSaluderecho
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Los legionarios romanos eran bien pagados, bien alimentados y con buenas armas. No se puede ir al combate moderno con cuchillos de cocina y con huaracas.
Centenares de abogados y decenas de peritos pueden aspirar a ocupar numerosas vacantes en la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción (PPEDC), que se encarga básicamente del cobro de las reparaciones civiles a favor del Estado en casos de corrupción.
Esa modalidad de enriquecerse fácilmente a costa del Estado ha aumentado a nivel nacional; en 2017 la PPEDC interpuso 491 denuncias por presuntos delitos de corrupción a nivel nacional.
Los letrados escogidos entrarían con una asignación de 265 casos que es la carga procesal aproximada por cada abogado que estima la
Defensoría del Pueblo, entidad que constató la falta de procuradores adjuntos desde enero del año pasado en la sede central de la Procuraduría Anticorrupción y, desde 2015 de titulares en ocho sedes descentralizadas.
“El gran número de personal que se necesita para fortalecer la citada entidad, es debido a que esa dependencia más se asimila a una puerta giratoria, donde así como entran salen los abogados, decepcionados de las condiciones laborales en que deben desempeñarse. ”
Dichos profesionales del Derecho son contratados por locación de servicios. Esta modalidad no ha permitido la continuidad de muchos procesos que quedan acéfalos por mucho tiempo, hasta que suplan la requisición de personal. El nuevo funcionario empieza por conocer caso por caso, folio por folio, aunado a que no dispone de computadores personales, impresoras y otros elementos para su trabajo; muchas veces ni escritorio tiene cuando llega a trabajar por primer vez.
La corrupción campea por todas partes, y similar a una plaga se extendió a las 24 regiones del país y en la Provincia Constitucional del Callao. En Junín, Cusco y Lima se concentran la mayoría de corruptos.
Analistas peruanos afirman que la PPEDC en su historial no ha atinado en atrapar peces gordos; sólo individuos pequeños que así como aprendieron a nadar se hundieron. El Ministerio de Justicia corroborando esos análisis dijo que la PPEDC “en la actualidad se concentra en casos de pequeña corrupción, en los que los montos de reparación civil son escasos e involucran a funcionarios de bajo rango”.
Ese Despacho agregó que “durante mucho tiempo este objetivo central ha sido, sin embargo, dejado de lado, confundiendo el objetivo de la Procuraduría con la labor del Fiscal (quien busca la pena)”.
Los letrados, procuradores y peritos a ingresar próximamente a la PPEDC, que hace dos años abrió las puerta a su nueva sede, deberán hacerse cargo no solamente de los hechos punibles relacionados con la corrupción, como peculado y colusión; sino de temas ajenos a su resorte principal.
“Los que no están en condiciones legales de concursar, son los abogados señalados de supuestos hechos de corrupción. ”
Al respecto el Colegio de abogados de Lima, autorizó a la dirección de ética profesional iniciar la investigación preliminar a los agremiados que supuestamente involucrados.
En cerca de un millón de procesos es parte procesal la Nación en busca de reparación; sin embargo la falta de recurso humano que en peritos son solo 6 a nivel nacional, y en abogados hay miles de vacantes por ocupar para que se ocupen de los mismos, convierten en inane la lucha anticorrupción.
Los nuevos seleccionados podrían tener mejores condiciones de trabajo, porque
son clave en la aspiración de el Perú a hacer parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); toda vez que la PPEDC hace parte en representación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, del Grupo de Trabajo de la OCDE en Lima.
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@luforero |
Procuraduría Anticorrupción necesita 217 abogados más
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