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Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho
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El Congreso de la República se echaría para atrás en vacar al presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, quien se salvaría de la vacancia del cargo por un voto, en una de las decisiones más trascendentales que está por tomar el Poder Legislativo.
Varios de los congresistas que habían tomado la decisión de apoyar la destitución presidencial, no lo harían; otros que adelantaron su opinión se abstendrían de votar, e incluso en la bancada del Frente Amplio, se apartaría al menos uno, que impediría llegar a los 87 votos que se requieren para declarar la vacancia presidencial. En todo caso se ha pedido una “profunda reflexión” al votar, porque “se pone en gran fragilidad la democracia”. Hubo quienes afirmaron que la vacancia sería una solución de “maquillaje”, porque lo que necesita el Perú es una nueva Constitución Política.
« Las decenas de discursos en el Pleno de hoy fueron algunos improvisados, sensatos, agresivos, la generalidad leídos, y de éstos muchos elaborados probablemente por terceros para la ocasión. »
La mayoría de intervinientes repiten lo dicho por sus antecesores; que el presidente Kuczynski mintió una, dos, tres veces; que hizo esto, entonces está condenado por esto; que hizo lo otro, luego también está condenado por eso. Sin embargo ninguno ha apuntado hasta ahora a probar la certeza de esos hechos.
En el debate se ha sacado a la luz maniobras del Congreso de la República para intentar remover magistrados del Tribunal Constitucional, con el fin de jugar a “cuadrar procesos” contra algunos de ellos. Igualmente se les ha señalado por sus propios compañeros de interpretar la ley a su favor, cuestionándose ellos: “¿De qué moralidad estamos hablando?; todos somos conscientes de lo que hablan de nosotros ”.
La transcendental decisión que tome el Congreso de la República, no solamente tendrá efectos políticos impredecibles, sino también económicos; sería “enrumbar al país hacia la incertidumbre”, afirmó un Congresista de Frente Amplio.
Varios congresistas fueron bastante francos, al poner un ejemplo que si afuera se hiciera una encuesta a los ciudadanos, y les dieran una de estas dos opciones, optarían por la segunda: destituir al presidente o cerrar el Congreso. Una de las soluciones para acabar con la corrupción, dijo otro, sería cerrar uno y otro.
El consenso hasta ahora es que en el debate que no termina al momento de escribir esta nota, no se ha probado nada para aplicar el artículo 103 de la Constitución Política del Perú. Los cargos aducidos son muy generales, concreto no hay nada; mucho menos que el presidente de la República esté incurso en la comisión de algún delito de naturaleza penal.
En este juicio político se ha echado de menos el debido proceso, porque por más que sea el Poder Legislativo, a la luz de Tratados Internacionales, no puede actuar a su antojo; como se le de la gana. Tampoco puede ser arbitrario, así represente al pueblo con los votos que de él obtuvo, se dijo en este debate.
Uno de los intervinientes que a voz en cuello pide la vacancia presidencial por “amoral”, enfrenta hace diez años un proceso por corrupción; y que gracias a que sus abogados lo han dilatado, se dirige hacia la declaratoria de prescripción. En este debate irónicamente han llegado a insinuar que el ex presidente Fujimori tendría que arrendar un cuarto a otro expresidente.
« Si el presidente Kuczynski sale delante de esta prueba, se manifestó hoy en el Congreso que su gobierno con apariencia de debilidad, tendría que hacer cambios radicales en bien de todos los peruanos. »
Si el presidente sale derrotado esta noche, fue porque le faltó habilidad para manejar este caso desde el comienzo, expresó otro analista político. De esta manera el Presidente del Congreso de la República ocuparía su lugar, por la probable renuncia de los vicepresidentes.
En este debate los propios congresistas, analistas políticos y comentaristas, probablemente contagiados por la época religiosa que se vive, han acudido a similitudes. Alguno equiparó este debate a otro presentado en años anteriores en cualquier Congreso de la República de América, donde se discutió por muchas horas si Dios existía o no; al final los adeptos a la primera teoría ganaron por un voto. Estas discusiones dicen otros, es como quien mira la paja en el ojo ajeno, y no ve la viga que tiene en su propio ojo.
Mientras los adeptos y no adeptos a la vacancia se esforzaban por convencer a la audiencia de sus argumentos, muchos de sus colegas sin ponerles cuidado, se ocupan de manipular sus celulares, o ausentarse de la sesión. Se presentaron casos de congresistas inscritos para hablar en la sesión del 21 de diciembre, que cuando fueron llamados por la presidencia del Congreso para intervenir, no estaban en el recinto.
@luforero4