Estamos acostumbrados a ver los lagos helados de hielo blanco y opaco, con el aspecto clásico de una pista de patinaje. Hace unas semanas un par de montañeros compartieron un vídeo que muestra un hielo cristalino bajo sus pies. En las redes sociales se cuestiona su veracidad. ¿Es posible un hielo tan perfecto y transparente?
El vídeo fue grabado en el Velke Hincovo Pleso, un lago de origen glacial de unos escasos 54 metros de profundidad máxima situado en las montañas High Tatras, en Eslovaquia, a 1.945 metros de altura. En ese lugar se dan las condiciones adecuadas para que la naturaleza nos sorprenda creando maravillas insólitas como el hielo transparente.
Para que se forme un hielo tan cristalino como el del vídeo, “el agua previa a la congelación debe de estar en reposo sin apenas aire atrapado y la congelación superficial debe ser rápida e intensa”, explica el meteorólogo José Miguel Viñas.
Algo parecido ocurre en los charcos de lluvia cuando la temperatura cae en picado, un efecto temido por los conductores cuando sucede sobre el asfalto de las carreteras.
Lo más habitual en la naturaleza es que el hielo sea de color blanquecino. “No suele aparecer transparente porque en el proceso de congelación, el agua contiene aire atrapado en forma de burbujas, en donde se dispersa la luz, y ello da como resultado esa tonalidad blanquecina”, asegura el experto.
En el mar, por ejemplo, "se forma una costra de hielo blanquecino e irregular porque el agua se está moviendo constantemente y retiene aire".
El hielo azul, típico de algunas zonas de la Antártida y las grietas de los icebergs, se forma cuando las burbujas de aire atrapadas quedan muy comprimidas por aplastamiento de las capas de hielo por los movimientos de los glaciares.
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