Julio Guzmán de Todos Por el Perú, que está en la cuerda floja,  llama   "dinosaurios" a los ex presidentes García y Toledo.  Para devolverle el insulto,  de Guzmán dicen que está “improvisando”, y que su incierto  arribo a la presidencia, supondría  un “salto al vacío”.  Que tiene rabo de paja, porque   al parecer  posee vínculos con el gobierno actual, lo que le favorecería por los votos “amarrados”. Ante esta situación develada,  la gente se pregunta en qué queda el candidato oficialista Daniel Urresti.

A  los comerciantes del mercado Señor de los Milagros de Chosica en Lima, se les hizo el milagro cuando llegó a visitarlos el altruista César Acuña, de Alianza Para el Progreso (APP).  Dicen que llovieron miles de soles. Esa conducta aquí y en la Conchinchina se llama compra de votos, sostienen algunos. Acuña se defiende argumentando que la nueva  Ley 30414 no es aplicable a los actuales candidatos presidenciales. Acerca de otro lunar de su candidatura, Acuña prefieren que lo llamen “copista”, no “plagiador” del libro de su profesor Otoniel Oyarce Alvarado, quien dijo   que su alumno “se apropió de todo”. Lo tildan de pinocho al mentir  en la declaración de la dirección del domicilio en su hoja de vida, porque no está domiciliado en  San Juan de Lurigancho.

“El gringo” no se queda atrás, a Pedro Pablo Kuczynski de Peruanos por el Kambio (PPK), le atribuyen haber tolerado en el gobierno de Toledo, que la International Pretoleum Company, sacara del país 105 millones de dólares diarios. Como aparentemente es generoso, PPK habría asignado  "a dedo" el contrato sobre el gas de Camisea en Cusco. PPK es señalado de omitir bienes en su hoja de vida. De PPK dice Alán que sus adeptos están haciendo trasteo para Todos Por el Perú, parrido que está dichoso por el comercial del ex presidente.  

Al ex presidente Alán García le desempolvaron los expedientes de los numerosos indultos que concedió en su segundo mandado ( 2006-2011). En esa época ingenuamente García creía que con esa generosa medida terminaba esa lacra. Parece que los indultos se concedían a diestra y siniestra a espaldas del mandatario nacional, y supuestamente se “colaron” muchos “mafiosos”. En su oportunidad esos actos eran legales, ahora por conveniencia Alán García dice que son “actos irregulares", y que él no defendería esos esperpentos. Ese antecedente se le había olvidado al pueblo. La clase pobre que no guarda rencores contra su presidente, porque se resignan que para ellos todos son igual,  le aceptaría el perdón ficticio que pidió Alán García por los narcoindultos, prometiendo que no lo vuelve hacer, pero la sangre que se demarró en su gobierno no se ha podido borrar; se lo han echado en cara en esta contienda electoral.  Los opositores de refieren a los dolorosos hechos de el “Baguazo”, ocurridos el  5 de junio de 2009, cuando el gobierno de Alán al  reprimir una protesta de varios meses de las etnias Awajún y Wampis, ocurrieron 33 muertos, entre ellos  23 policías, según Amnistía Internacional.