David Vilcapuma Gutiérrez Licenciado en Educación |
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Hoy quiero dedicarle estas líneas a un hombre de corazón bueno y noble, un buen yanino, padre de familia responsable y respetuoso.
Nació en el anexo de San Luis de Huañupiza, distrito de San Juan de Yánac, provincia de Chincha Alta, Región Ica, un 23 de septiembre del año 1939, aproximadamente, sus padres fueron don. Daniel De Cruz Manrique y doña Josefina Auris Flores (Q.E.P.D).
Tuvo 9 hermanos. Beatriz, Agripina, Feliciano, Santa, Pedro, Cipriano, Nicolasa, Lina y Domitila De La Cruz Auris.
Se crió en su tierra natal junto a sus padres, estudió en la escuela básica de la misma localidad. Años después ya joven en 1966, contrajo nupcias con doña: Felipa Eleuteria Cristóbal Canchari, en la iglesia del distrito de San Juan de Yánac; de dicha unión procrearon a diez hermosos hijos: Nery, Nacilda, Nilda, Damián, Rubén Johnson, Rosa, Maida, Miguel y Eduar De La Cruz Cristóbal.
Posteriormente se dedicó al trabajo en la agricultura y la crianza de sus animales, rodeado de su familia y siempre preocupado por las necesidades de su pueblo.
Ocupando cargo como: Agente Municipal, Juez de Paz y presidente de APAFA del colegio fiscal No. 22283.
En su paso por esta tierra, con sus defectos y virtudes nos dejó una lección de humildad, que a muchos nos falta.
El Informativo Huachos.com, y este modesto servidor se complacen en rendirles un homenaje póstumo a los hombres que han trabajado silenciosamente por su pueblo.
La pérdida de un padre siempre es doloroso
Muy a pesar de su carácter y lo estricto que fue en su vida, seguirá siendo ejemplo de un buen padre y amigo, le doy gracias a la vida y a Dios por haber puesto ese ser tan maravilloso en nuestra vida y a pesar de sus regaños, y su genio fuerte, siempre apoyó a sus hijos y nunca los abandono en ningún sentido, al contrario fue en todo momento su amigo, su pilar o resumido en solo dos palabras "su todo".
Hoy en día luego de 15 años de su partida sus hijos resignados a su ausencia, recuerdan con mucho cariño.
Mi padre era un hombre fuerte y bueno
Su hija Silvia expresa con sentimiento y dice: Fueron muchos momentos agradables que compartimos con mi padre y que nunca se borrarán de mi mente.
Te doy las gracias por tantas cosas bonitas que me enseñaste, aunque en muchas oportunidades no tomé en cuenta tus consejos o sugerencias y creo que esas cosas son las que lamento.
Ya que siempre tenías razón, te pido disculpas si en algún momento te falle, te aseguro que nunca fue mi intención, fuiste parte importante en nuestra familia. Te amo papito lindo y espero que desde donde estés guíes mi camino y de toda nuestra linda familia, tengo la certeza que jamás nos abandonarás, siempre serás lo mejor que he tenido en la vida.
Un ejemplo sencillo a imitar
Lino, llevó una vida alegre, modesta, sana, cultivando siempre sus creencias y costumbres. Falleció humilde y pobre como tantos hombres honestos, con honor y dignidad.
A la edad de 64 años, un 2 de noviembre del 2003, le llegó la muerte, donde una enfermedad aguda se lo llevó para no retornar nunca más. Descansa en paz y que Dios lo tenga en su gloria.
Chincha, Septiembre del 2018.
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