El juez Rafael Martínez cumplió seis audiencias de lectura de resolución del caso de las esterilizaciones forzadas sin que se sepa si investigará o archivará la denuncia contra el expresidente Alberto Fujimori y sus ministros de Salud.
En la audiencia anterior, del 25 de octubre, Martínez anunció que faltaban otras dos audiencias. Esto supondría que el 8 de noviembre será la última, la decisiva.
Sin embargo, a esa fecha ya nadie sabrá con exactitud cuáles fueron sus motivaciones y se tendrá que esperar que notifique la resolución escrita.
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En quechua
Cada audiencia, desde que comenzó la lectura de la resolución, el 14 de setiembre, dura un promedio de cuatro horas. El juez lee una parte de su resolución por un intervalo de 10 a 20 minutos, que inmediatamente es traducida al quechua.
La idea de la traducción inmediata era que las víctimas de las esterilizaciones forzadas conocieran el proceso judicial y por qué el juez tomaba una u otra decisión. El juez Martínez solo tiene que decidir si acoge la denuncia de la Fiscalía e inicia la investigación judicial de los hechos, que ocurrieron en los años 90, o considera que no hay nada de relevancia penal y archiva todo.
Al día de hoy, es evidente que la traducción simultánea no cumple el objetivo previsto. Además, se burlan el principio jurídico de unidad y la concentración del proceso penal.
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