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El presente artículo busca que los hijos chavineros reflexionen, tomen conciencia y se valoren. La podredumbre y la traición socaban el destino de Chavín. No se debe permitir el descalabro canallesco que sucede.
Más de 17 años de la presencia de la empresa minera, cerca 2 décadas, muy poco se ha avanzado. Lo que se ve es la proliferación del mal, en que un trío de familias tiene el timón de la comunidad. Los comuneros un día dicen una cosa, al día siguiente cambian de decisión, tomando acuerdos controvertidos. Los socios comunales, 940, pregonan ser los dueños de 70 mil hectáreas de tierras, en tanto el pueblo que pasan miles, viven con los brazos cruzados, esperando la caída de migajas para sobrevivir en la pobreza y contemplar la corrupción. En tanto, el pueblo agoniza sin líderes, bajo la dirección anémica de la familia Solano. Esta triste realidad debe cambiar. Los granujas rotan en los cargos y puestos de trabajo, pues, sin duda, mueven todo desde una organización mafiosa, en que se determina, el control aberrante de la comunidad. La comunidad según hemos visto y denuncias públicas es nido de la corrupción, que se nutre con la plata del pueblo.
El Convenio Marco con la empresa minera fue firmado por Milpo, Municipalidad y Comunidad Campesina, por un trio de firmantes. Años después, aparece Topará quitándoles el 30 por ciento del apoyo social, por la traición de los comuneros, que tienen terrenos en el valle de Topará y Pauna; de modo, viven y comen allí, sacaron doble beneficio: Chavín y Grocio.
Los granujas, con los 30 por ciento, gozan de la producción de Topará. Pauna y del distrito de Grocio Prado, donde tienen extensas tierras, mientras que en Chavín no siembran ninguna raya. Es aún más, este trio de familias, desde antes de la llegada de los mineros es dueño de terrenos, y muchas propiedades. Y ahora se han vuelto millonarios por vivir en los brazos de la compañía minera, traicionando a su pueblo, y todavía manejan la comunidad, a su antojo y querer, sosteniendo ser del pueblo, para beneficios personales, aunque no viven allí. El consorciado -supuestamente criminal- tendrían el manejo del 30 por ciento de comuneros, como calificados inscritos arteramente, por estar lleno de forasteros y golondrinos, al tener el timón de la Comunidad, hacen lo que quieren; tal es el caso de la elección del dentista Raúl Vilcamiza Guerra, en la práctica sin ganado, sin chacra, sin casa, sino posiblemente un solar, porque nunca lo hemos con su chapla y chicote tras los ganados, pero como por arte de Mandraque, es presidente de la Comunidad, dominio que goza desde que fue teniente alcalde de Víctor Peve Palomino, en el año 2004.
En el trance maléfico formaron ECOSERM, empresa comunal, para beneficio de un lupanesco de dirigentes, cuyo gerente ha tenido el privilegio de ganar 15 mil soles mensuales que, al cabo de 2 años, se llevó en sus bolsillos, fuera de muertos y heridos, la “modesta” suma de S/. 360 mil soles, en tanto el pueblo sigue en la pobreza. Lo aberrante es que hay millones de soles que se han despilfarrado. Pero a los comuneros no les interesa la moralización ni estado de cuentas. Basta recibir petróleo, vivires y panetones, y lanzar loas a sus dirigentes.
Por el lado del municipio se estima ingreso de millones de soles. Los trabajos realizados no reflejan el monto invertido, según se denuncia. Aquí lo más insólito del caso. Chavín está lleno de empleados. En el distrito de Azángaro, se trabaja con 4 servidores, incluyendo el Gerente.
Es hora de la unidad. El pueblo pide a gritos consenso y realización de obras. Las autoridades han fracasado. La comunidad y la municipalidad debe concertar para el desarrollo de Chavín. Los líderes deben reflexionar. Todo se sabe, cómo los millones de soles se despilfarran y se presume va a parar a manos de los corrompidos. Se conoce los nombres y de sus familiares, a perfección, y de los bienes que poseen. Los latrocinios hechos no están debajo de la tierra. Por eso, hacemos un llamado a la unidad. Depongan, pues, ya tienen algo. Ahora trabajen por el pueblo. Lo más digno, es para el odontólogo Raúl Vilcamiza Guerra, renuncie al cargo, con que fue elegido con vicios punibles, conocidos y denunciados. Comencemos con la unión.
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