Los tacones de vértigo que no dejan caminar, los bolsos enormes que tanto cargan la espalda, el lmaquillaje que no deja respirar a la piel, los sujetadores push up que tanto aprietan el pecho... la moda y las tendencias está plagada de ejemplos en forma de prendas y complementos que, si bien pueden hacernos estar a la última y ser lo más chic del lugar, también pueden presentar un riesgo para nuestra salud y bienestar. Los pantalones híper ajustados son un claro ejemplo de que lo que puede ser muy sexy y muy fashion, pero no lo más cómodo ni lo más saludable.
Así lo refleja un caso publicado en la revista Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry, donde se habla de una mujer de 35 años que acabó en el hospital con los pies entumecidos y con dificultad para andar tras haber pasado varias horas el día anterior en cuclillas mientras ayudaba a una amiga con su mudanza y vestía unos jeans muy ceñidos.
Según la mujer, durante ese tiempo, había tenido la sensación de que "sus vaqueros le iban apretando cada vez más y haciéndose más incómodos según pasaban las horas". Después de un rato, mientras andaba por casa, notó que se le dormían los pies, y se cayó. Pasó varias horas tirada en el suelo hasta que le encontraron.
Bloqueo en los nervios del peroneo
Cuando por fin llegó al hospital, los médicos observaron que presentaba varios edemas en las piernas, y que eran incapaces de quitarle los pantalones, por lo que tuvieron que cortarlos. A través de una prueba de conducción nerviosa, los clínicos observaron que la paciente tenía un bloqueo en los nervios del peroneo.
Este daño en el nervio peroneo es un problema neurológico "que es fácil que ocurra cuando, como le pasó a esta chica, estás mucho tiempo en cuclillas".
Lo que no es tan común, señala, es la afectación que la paciente presentaba en el nervio tibial, "porque es un tejido que está muy protegido". Esto le produjo una rabdiomiólisis, es decir, una descomposición del tejido muscular que acabó desembocando en una necrosis del músculo.
La explicación que dan los autores a este daño es lo que se conoce como el síndrome compartimental que, tal y como explica Esteban, se produce cuando "se da una inflamación en un tejido y éste no se puede dar de sí porque hay algo que lo comprime, y la sangre no puede entrar bien porque hay mucha presión en la zona". Ese algo que comprime excesivamente al músculo sería, según los investigadores, ese pantalón tan ajustado que tanto apretaba las piernas de la chica.
Según explica a este periódico Thomas Kimber, autor de la publicación que aparece en la revista perteneciente al grupo BMJ, "fue la combinación de pasar tanto tiempo en cuclillas, más el hecho de llevar esos pantalones tan ajustados a la vez, lo que causó el daño en el músculo y en los nervios".
Aparición de problemas cardiacos
Hace ya un tiempo, la Fundación Española del Corazón advertía de los riesgos de las prendas excesivamente apretadas, esa ropa estilo segunda piel que inunda las estanterías de las tiendas más frecuentadas, advirtiendo de que su uso continuado puede favorecer la aparición de problemas cardiacos, ya que la ropa que se ciñe al cuerpo, y especialmente, la que está confeccionada con telas pesadas como los tejanos, "dificulta la circulación sanguínea venosa, provocando dificultad en el retorno de la sangre, aumentando los edemas y facilitando la aparición de trombos venosos, principalmente en las piernas".
Tal y como explica a este periódico Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón, "si tú haces una presión exagerada -como sería, en este caso, la del tejano tan apretado-, las venas se comprimen e impiden que el líquido de las piernas vuelva al corazón". Esto, cuenta, "hace que la sangre se quede estancada, lo que facilita la aparición de un trombo, que puede 'saltarse' y producir una embolia pulmonar, que es algo que puede llegar a ser bastante grave y producir, incluso, la muerte".
Además de en la parte inferior de la pierna, Esteban señala que otro cuadro común es "el daño en la parte externa del nervio del muslo, particularmente en personas obesas, que se asocia a llevar pantalones demasiado prietos con cinturones muy ajustados". De todas formas, aclara, son procesos "intermitentes" que raramente desembocarían en un ingreso hospitalario como el expuesto en este trabajo, que es, según el neurólogo, "un caso muy excepcional".
Un ejemplo más de otra prenda altamente extendida y a la que se recurre mucho cuando una mujer quiere entrar en un vestido ya de por sí muy ajustado es el de las famosas fajas. Según Plaza, esta prenda es "absolutamente contraproducente, porque impide que la sangre de las piernas suba hacia arriba, y aprieta los vasos sanguíneos de la zona del abdomen, con lo cual, una vez más, se puede producir un trombo".