Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

 

La administración de agua potable en la provincia de Chincha está controlada por los alcaldes, por ser los dueños de SEMAPACH, quienes tienen que velar por el buen funcionamiento de esta empresa  de propiedad social. De modo la vida de SEMAPACH depende de los alcaldes de Chincha y demás integrantes del directorio, fundamentalmente del alcalde provincial, César Carranza Falla, por ser el accionista mayor. Si el gerente de esta empresa anda mal o es inoperante, en el presente caso el gerente Pedro Mendoza Arias, los alcaldes distritales encabezados por el burgomaestre provincial tienen que actuar de inmediato. No pueden ser inútiles e insensibles.

Chincha viene padeciendo de agua hace varios años, César Carranza Falla conoce esta triste realidad hace más de 5 años; 4 años por haber sido “teniente alcalde” y más de 1 años en su calidad de alcalde. De tal suerte no puede lavarse las manos trasladando su responsabilidad a otra persona. Además conoce mucho más por haber sido empleado de “Tallo” Masías.

Es cierto que el Gerente no está actuando bien, es un funcionario inoperante, pero mucho más responsable e incapaz, son el alcalde de Chincha César Carranza Falla y los alcaldes accionistas como de Pueblo Nuevo, Alto Larán, Grocio Prado, Sunampe y El Carmen, entre otros, que representan al pueblo chinchano. No son espantapájaros ni muñecos. Y de paso los regidores de las municipalidades, también tienen que ver mucho sobre la carestía de agua en Chincha.

Ya mencionamos que cuando SEMAPACH recaudaba medio millón de soles mensualmente, hace más de una década, se destinaba 100 mil soles para resolver el problema de agua potable. Ahora que se recauda un millón 500 mil soles mensuales, no se sabe su destino. Si en este tiempo funcionaban 13 motores extrayendo agua del subsuelo, ahora se dice que apenas funcionan 2 motobombas de agua.  Si esto es cierto, con razón Chincha arde de sed.

También hemos señalado que Chincha no tiene porqué padecer de agua, pues es una zona hídrica. Hay suficiente agua en su subsuelo, sobre todo en el distrito de Alto Larán, Hay suficiente agua, lo mismo en los distritos de Chincha Baja, Tambo de Mora, Sunampe y Grocio Prado. Lo que sucede, sus alcaldes son la peor desgracia de Chincha, inservibles al pueblo.

La carestía de agua en Chincha es un atentado a la salud. El Ministerio Público tiene la palabra, pero guarda silencio cómplice. Solamente los ignorantes pueden esgrimir que en Chincha no hay agua por el problema del fenómeno del niño. El problema de agua en Chincha es de hace muchos años. Echar la culpa la falta de lluvias es una tremenda estupidez.

En la oficina de SEMAPACH la encargada de ver el problema de agua, que dice ser profesional, tal vez egresada de una universidad bamba, sostiene ridículamente que no hay agua en Chincha, porque el último huayco malogró la toma que deriva el agua hacia los colectores de SEMAPACH.  Cualquier cosa es buena para engatusar a los ingenuos pobladores que a diario reclaman agua.

La verdad, creemos que los alcaldes son los responsables de la carestía de agua potable en Chincha. ¿Quién nombra a los gerentes, no son acaso los alcaldes? Fácil es escudarse y trasladar la responsabilidad a los funcionarios. Cuando el mal se ha vuelto crónico, se requiere la reorganización y ¿Quién reorganiza, no son los alcaldes, los miembros del directorio?

Pedro Mendoza Arias, gerente de SEMAPACH, es tan responsable como son también los alcaldes. No se puede alegremente quitar el cuerpo. En todo caso son las gallinas, pata amarillas, que no hacen nada para defender los derechos del pueblo, los culpables.