El ex congresista chinchano
Dr. Urbino Julve Ciriaco, catedrático de las universidades Federico Villareal y San Martín de Porres, investigador nato, sostuvo durante una conferencia, “que
los Incas habían traído a Chincha a gente más apocada, servil y sumisa que fueron los mitimaes, en reemplazo de los rebeldes chinchanos, que fueron llevados hacia el norte (Cajamarca) y una parte al sur (Apurímac). Según la historia así fue. Los mitimaes
poblaron la zona de Grocio Prado, Sunampe y Condorillo Alto.
De donde se colige la dejadez, la indiferencia y la cobardía de los chinchanos en la actualidad.
Lima (Cañete), ha invadido el territorio chinchano, se ha posesionado de las pampas de Concón Y Topará, que son territorios de Chincha, con el respaldo del gobierno (PCM), y hoy tiene el caparazón de argumentar que tienen una
Comisión de Demarcación Territorial. Dicha “Comisión” tiene el objetivo principal de consumar la invasión del territorio chinchano. Vale decir legitimar la invasión y apoderarse bellacamente, con el respaldo del gobierno, de las extensas pampas de Concón y Topará, que histórica y legalmente pertenecen a Chincha.
Cañete no tiene ninguna Ley que les ampare, mientras que Chincha, posee más de 10 leyes que respaldan la legitimidad territorial de Chincha, además del sustento arqueológico e histórico irrebatibles. El llamado distrito de
San Vicente de Cañete, es un distrito inexistente legalmente, porque no tiene ley de creación. Ante esta realidad los chinchanos, un buen sector, se encuentran con el rabo entre las piernas, aceptando la invasión de los cañetanos, dirigidos por los sátrapas de Lima.
Por nuestra parte hemos hecho mucho por la defensa de los límites de Chincha desde 1990. Lamentablemente a las autoridades, a la prensa, a las instituciones, que
dicen ser chinchanos no les interesa nada, salvo raras excepciones. Cañete festeja la invasión, en tanto los chinchanos aceptan la yuca. Es el colmo. No obstante a esta triste realidad, seguiremos defendiendo los límites de Chincha.
Mitimaes o Mitmacunas - Era las familias destinadas a determinados lugares para colonizar tierras; defender la seguridad del estado y difundir la cultura incaica. Cumplian pues funciones políticas, económicas y culturales.