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Por: Luis E. Forero Medina
Abogado/Especialista en Saluderecho
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El “Chikungunya” se detectó en 1952; el dengue grave (conocido anteriormente como dengue hemorrágico) fue identificado por vez primera en los años cincuenta del siglo pasado durante una epidemia de la enfermedad en Filipinas y Tailandia. El virus del zika fue aislado por primera vez en 1947 en el bosque de Zika, en Uganda (África).
Es importante diferenciar los nuevos virus en las Américas porque algunas veces se pueden confundir, y el mosquito no respeta fronteras. Las tres enfermedades tienen en común que son transmitidas por el mosquito Aedes aegypti y Aedes albopictus. Suelen picar en el día, al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambos pican al aire libre, pero Ae. aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores. EL zika podría transmitirse por vía sanguínea.
Deben diferenciarse los síntomas para no confundir una enfermedad con otra: los del “Chikungunya” son una fiebre más alta, intenso dolor de las articulaciones, de cabeza, náuseas, cansancio, afecta manos, pies, rodillas, espalda y puede llegar a incapacitar (doblar) a las personas para caminar y realizar acciones sencillas. La enfermedad suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días. El dengue presenta fiebre habitualmente más alta, así como dolores musculares más fuertes. Puede complicarse cuando cae la fiebre y se debe prestar atención a los signos de alarma como el sangrado. Los síntomas aparecen 3–14 días (promedio de 4–7 días) después de la picadura infectiva. En el zika no hay rasgos particularmente característicos, pero en la mayoría de los pacientes se observan erupciones en la piel fiebre, erupciones maculopapulares, conjuntivitis, mialgias, artralgias, malestar y cefaleas. Los síntomas suelen durar entre 2 y 7 días.
Sobre el diagnóstico, la inmunoadsorción enzimática (ELISA), puede confirmar la presencia de anticuerpos IgM e IgG contra el virus Chikungunya. En el zika se diagnostica mediante PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real y aislamiento en muestras de sangre.
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“El “Chikungunya” afecta a más de 60 países de Asia, África, Europa y las Américas. El dengue está en todos los países de América, menos en Canadá, Chile (continental) y Uruguay. En cuanto al zika desde 2014 y hasta la primera semana de enero de 2016, 14 países y territorios de las Américas han reportado casos.”
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Por cuenta de el “Chikungunya” hasta abril de 2015, se habían registrado 1 379 788 casos sospechosos en las islas del Caribe, los países de América Latina y los Estados Unidos de América.
Para las tres enfermedades no hay vacuna ni tratamiento curativo; debiendo aliviar los síntomas, como el dolor articular, con antipiréticos, analgésicos óptimos y líquidos. Respecto al zika en concreto se debe tomar analgésicos comunes para el dolor, guardar reposo y tomar abundante agua.
Acerca de la mortalidad, el “Chikungunya”, hasta abril de 2015 se habían registrado 191 muertes en las islas del Caribe, los países de América Latina y los Estados Unidos de América. En personas mayores el “Chikungunya” puede contribuir a la muerte. El dengue es una enfermedad de tipo gripal que afecta a bebés, niños pequeños y adultos, pero raras veces resulta mortal El dengue grave es una complicación potencialmente mortal, cada año unas 500 000 personas lo padecen —niños en una gran proporción— En 2013, se notificaron 2,35 millones de casos en la Región de las Américas; 37 687 de ellos fueron de dengue grave y 1.289 muertes. En las Américas unas 500 millones de personas viven en riesgo de contraer dengue; en el mundo la mitad de la población Del zika, el recuento de casos es difícil, porque los síntomas de la enfermedad suelen ser leves, y no todos los afectados acuden a los servicios de salud.
Para las tres patologías las recomendaciones en general son la eliminación y el control de los criaderos del
mosquito Aedes Aegypti. Para el dengue en particular, tratar oportunamente a los pacientes, siguiendo las nuevas utilizar las nuevas guías de la OMS/OPS. La urbanización no controlada ni planificada, la falta de servicios básicos en las comunidades y la falta de ordenamiento ambiental, además del cambio climático, son algunos de los factores que contribuyen a que el problema continúe creciendo.
Fuente: OMS/OPS, Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Panamericana de la Salud (OPS)