Los pobladores y las autoridades de Huancavelica miran en direcciones opuestas.
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Por: César A. Franco Carpio - Analísta Político (Huancavelica)
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Quien diga que la gestión regional de Huancavelica en el 2015 fue transparente y dialogante, sigue siendo áulico, pues la humildad de la campaña se refundió en el sillón vicepresidencial. Este año iniciaron con una nueva muestra de miopía y soberbia ¿poner aulas prefabricadas en una loza deportiva? Y ¿negarse a retirarla ante el clamor de miles de personas?
Ante esto, los ciudadanos ejerciendo su derecho, con memoriales, reuniones y finalmente ante los oídos sordos, no les quedó de otra que interponer denuncia por abuso de autoridad. Pero la historia tiene larga data, pues las aulas prefabricadas que pretenden instalar son para los alumnos de la Escuela donde actualmente está funcionando el Colegio de Alto Rendimiento (COAR) de Huancavelica.
Quien diga que la Gestión Regional de Huancavelica en el 2015 fue transparente y dialogante, sigue siendo áulico.
Palabras más, palabras menos, le quitan la escuela a unos niños de educación regular, para instalar el COAR, además a estos niños (dicen que son incluidos –niños con discapacidad- en su mayoría) los quieren acomodar por cerca de dos años en aulas prefabricadas en una loza deportiva.
Otro argumento más lamentable es que la construcción del COAR, tomará cerca de dos años. Es increíble que en un año, no se haya logrado comenzar a ejecutar una obra y que sobre todo digan que tomará dos años terminarla.
Siguiendo la tendencia: Terminará la gestión y no habrá COAR funcionando.
Así que cuando anuncian que 54% del PIA de 610 millones se destinará a educación, lejos de alegrar, preocupa. Primero porqué, somos más bien malitos ejerciendo control ciudadano y segundo, por la poca transparencia de la gestión pública. (Es de suponer que alegarán el déficit de infraestructura, posiblemente seguirán construyendo escuelas para 12 niños).
Fíjense que 54% representa 324 millones y siendo pesimistas la tendencia indica que a las arcas de una cofradía corrupta, producto del institucionalizado diezmo podrían llegar cerca de 32 millones. La historia se podría repetir, debido a que con ese afán formularán, aprobarán y ejecutarán proyectos educativos que posiblemente se caigan a pedazos antes de ser inaugurados.
Insisto, no se trata de cuanto gastamos, sino la calidad del gasto.
En junio del 2015 las personas con discapacidad le dijeron al Gobernador que el proyecto de discapacidad sería un despilfarro de dinero, tristemente pasó lo mismo, reuniones con el Gobernador, con el Gerente de Desarrollo Social, el Equipo de Proyecto y a pesar de esto; dicho y hecho: A dos meses de concluir el proyecto, no lograron certificar si quiera a 200 personas, cuando la meta eran poco más de 11.000.
Aquí se conjugó la corrupción ética y profesional con la arrogancia, pues a la fecha con estas dos experiencias nada ha cambiado.
En consecuencia, para no caer en lo mismo, dado que quieren enderezar el rumbo; sería sano molestarles pidiendo que informen cómo invertirán los 324 milloncitos que con bombos y platillos dicen destinarán a educación, ya veo a más de un contratista taimadamente enquistado al que si le deben frotándose las manos.
Al menos cumplan el principio de la función pública y no se preocupen, nosotros seguiremos en la burbuja de la despreocupación en que ustedes nos han metido con su ¡dejen trabajar!