Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

El semanario Tinta de Chincha, hoy  “Con Tinta en las Venas”, cumplió  44 años de fundación.  Salió por primera vez el sábado 10 de marzo de 1973, bajo la dirección de Eucadio Gutiérrez Solano, haciendo una revolución periodística en Chincha, en la Región y a nivel nacional, cuya fundación se realizó el día 20 de febrero del mismo año, en pleno apogeo de la “revolución peruana” llevada a efecto por el General  EP Juan Velasco Alvarado.

Los fundadores Adolfo Peschiera Gonzáles, Aurelio Chacaliaza Ávalos, César Rosas Roque, Luis Brígnole Roy, Pedro Hernández Tori, Mario García Yataco, y Luis Yataco Salas, patriotas que asumieron el reto de defender los sagrados intereses de Chincha con su lema: “La verdad ante todo cueste lo que cueste”, ejemplos dignos del periodismo, jamás torcieron su línea periodística, ni vendieron su conciencia. Tinta,  además tuvo como principio ser “inclaudicable e incorruptible”. En verdad, durante los 44 años de vida viene demostrando, muy en alto, los valores periodísticos, constituyéndose en su periodo y posteriormente, en el órgano periodístico, paradigma de la región, porque marcó un auténtica historia de lucha y trabajo honesto, por lo que los corruptos y mafiosos pusieron su puntería para intimidar a su director, enviándolo una y otra vez a la prisión, aplicando el mal llamado Estatuto de la Prensa, decreto de mordaza, evacuado y defendido por Héctor Cornejo Chávez.

El semanario Tinta de Chincha no solamente fue un vocero más en el campo de la prensa, sino que sus páginas dieron luces de calidad y lecciones de educación, cultura y moral, porque allí trabajaron  los más grandes intelectuales chinchanos, como Peschiera, Chacaliaza, Rosas y Brígnole entre otros, jamás igualado hasta el momento.

A pesar de la amenaza, persecución  y permanente asedio, el semanario Tinta siempre estuvo de pie, lidiando por el pueblo.  Sus acciones de lucha fue defendida por la Federación de Periodistas del Perú, presidida por Genaro Carnero Checa, y los periodistas combatientes de la época, como Juan Gargurivich, Carlos Ayala, entre otros, contando con el respaldo de los periodistas Mario Castro Arenas, Aníbal Aliaga Iparraguirre, y de los abanderados de la justicia Luis Alva Orlandini y Javier Valle Riestra.

No es fácil mantener durante 44 años la honrosa trayectoria de Tinta. En sus 4 décadas de vida nunca fue tentado por la coima y la corrupción. Siempre estuvo de pie, sin pedir un sol o dádiva a un determinado alcalde o empresario. Sobrevive con su trabajo no siendo mercenario ni chupa sangre de los funcionarios, con el “pago” de recibo por honorarios profesionales, que en el fondo es la práctica del sicariato y la delincuencia, métodos siniestros,  que usan los malos periodistas, para extorsionar a los alcaldes.

De los más grandes intelectuales chinchanos solo quedan el director fundador, Luis Yataco Salas y Mario García Yataco.  Hablar de ellos es referirse de la historia combativa, sin manchas, de Tinta en Chincha.   Se trata de una generación de oro que tuvo Chincha  dentro del periodismo nacional. Jamás se podrá decir que Lucho Yataco, Mario García y Eucadio, de los que quedan, cobraron alguna vez y vendieron sus plumas. Una lección que debe ser imitada y tomada en cuenta.

De manera, Tinta no fue un periódico cualquiera, sino fue una palestra de combate con sangre, fiel heredero de los aguerridos Chinchas, que luchó sin tapujos ni medianías, por y para el pueblo, pagando caro por defender la verdad. Sus ejemplos queden. En nuestros 44 años de fundación solo nos queda decir a los preclaros maestros de ayer, que nos alumbren desde la eternidad.

Prometemos jamás claudicar.      

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