Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Desde hace 15 años el pueblo chavinero está en lucha. En el año 2004, los traidores entregaron las tierras comunales, a 10 céntimos el metro cuadrado. Desde entonces los comuneros hicieron sentir su voz de protesta.

Estaba en el Municipio Víctor Peve Palomino, secundado por el inefable Raúl Vilcamiza Guerra, siendo presidente Comunal Amancio Guerra Gutiérrez. Un grupículo pequeño, como garrapatas, se pegaron al lado de la mina, olvidándose de su pueblo, firmaron el Convenio Marco. Fue el inicio de la pesadilla de Chavín. Las banderas de la dupla mafiosa: “cero contaminación y el desarrollo del pueblo”, que pregonaban, se quedaron en palabras.

Estuvieron al inicio, por lo menos, 3 familias: Peve, Guerra y Vilcamiza. Después de 15 años, ya no son 3, ahora cuenta con alrededor de 80 empresarios los que manejan la comunidad Campesina de Chavín. Estas personas rotan en los cargos, momentáneamente se peleándose, pero luego se unen contra natura.

En tanto, los comuneros siguen luchando, frente la contaminación y atraso del pueblo. Lo más triste es que estas 80 familias se han convertido en millonarios olvidándose del pueblo. Son más astutos que el zorro, equiparable con el cuento: “el zorro y el gallinazo”. Han aprendido -según se ve- el modo de vida de los hampones y mercenarios del pueblo. Tienen el control de la comunidad como el loco arequipeño, disfrazado de lobo. Existiendo mucha ignorancia, ellos tienen el manejo de la Comunidad Campesina de Chavín. Son 15 años que rotan para ganar viáticos consistentes en miles de soles, cuando hay comuneros que se mueren por falta de atención.


 

El primer asentamiento humano fue Condorillo Alto (Chincha);  al que las autoridades pusieron por nombre “Chavincito”. Después, el segundo epicentro chavinero fue Cañete. Allí se desarrollaron, para formar, años más tarde, otros centros poblados, en el valle de Cañete.

Después, en Chincha surgieron: Pampa de Canelo, Sector Agua Dulce, Huanábano y La Palma. Cada sector hacía su fiesta, al estilo Chavín. En tanto en Cañete, los del grupo “Victor Nagaro”,  hicieron lo propio. Los de Condorillo comenzaron a celebrar la Navidad. Por su parte los cañetanos festejaron la fiesta de los Carnavales, que lo hacen con toda pompa.

Entre los comuneros de Chavín residentes en Chincha y Cañete, los de la vecina provincia dieron lección en el deporte, cultura, educación, organización, agricultura y ganadería. Su festividad nunca fue superada en Chincha.

En la provincia de Cañete muchos chavineros llegaron a ser autoridades como Subprefecto, Regidores, y se destacaron en el campo educativo, llegando a ser catedráticos y viajaron al extranjero. Todo esto, y mucho más en silencio. No pregonaron su grandeza. En suma, los “cañetanos” se caracterizan por su humildad, educación, trabajo y unidad. No hay ningún chavinero “pelado”, en Cañete.


 

En la campaña, estuvo al frente, la modesta señora Marina Laura Chuquispuma, seguida por Vicia Castillón y otras honorables personas. Ellas pusieron al desnudo un gran negociado. Los malos dirigentes habían entregado el estudio y explotación de un vasto sector que pertenece al anexo de Huirpiná con el nombre de ORCOBRE, pretextando solo haber vendido una (1) hectáreas, cuando en el fondo el tremendo negociado comprendía 620 hectáreas. Insólito, pero cierto.

La farsa y el pacto, se habría firmado, bajo un millonario monto.  Se debe tener presente que los 80 empresarios, sería la fuerza de choque de la minera, dispuestos a derramar sangre defendiendo los millones de soles.

El pueblo chavinero tiene la esperanza que sus hijos -“cañetanos”- salgan en defensa de los derechos del pueblo de Chavín que han sido conculcados por un grupo de traidores.  Se espera que la familia Quispe, Chuquispuma, Laura, Manrique, Castillón, entreotros, salven el honor de Chavín. Se espera que así sea.

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