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Congresos de la República peruana, de guatemala a guatapeor

Debe haber un maldito karma que está pagando la nación peruana. Por razones desconocidas racionalmente, los congresos elegidos democráticamente se convierten en nefastos coronavirus de la política nacional.

El anterior Congreso era una banda de individuos que tenian como objetivo llevar todo el agua existente a su molino. Ellos respondian solamente a sus intereses particulares. Al carajo el interés nacional. Ahora este polémico Congreso que nunca debió elegirse comenzó a lanzar veneno contra el Presidente sin qué ni porqué... Foto: Mesa directiva Congreso 2020-2021.
El anterior Congreso era una banda de individuos que tenian como objetivo llevar todo el agua existente a su molino. Ellos respondian solamente a sus intereses particulares. Al carajo el interés nacional. Ahora este polémico Congreso que nunca debió elegirse comenzó a lanzar veneno contra el Presidente sin qué ni porqué... Foto: Mesa directiva Congreso 2020-2021.

 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista


Cuando se cerró el Congreso, el año pasado, a pedido del pueblo, se celebró la acertada medida, tomada por el Gobierno, escuchando el clamor popular, creyendo ilusamente que el nuevo Congreso iba a trabajar por el Perú. Nada más falso.  El remedio resultó peor que la enfermedad.

 

Los llamados congresistas, lejos de trabajar por el Perú, comenzaron con su tarea obstruccionista y desestabilizadora, cometiendo muchos traspiés, reluciendo su ignorancia e intereses particulares, demostrando férrea y ceguera oposición.

 

El Congreso después de convertirse en enemigo del Gobierno, públicamente conocido por el pueblo, fue el seno de la mentada de madre al mandatario de la Nación, como si el ambiente congresal fuera una chingana, que por desgracia mereció la felicitación del presidente del Congreso, al representante grosero ancashino. En el fondo, la artillería congresal ya estaba preparada para el ataque y destrozar al Gobierno, bajo cualquier pretexto, ante la mirada ingenua de muchos. La mentada de madre es el comienzo de la guerra perversa antinacional.

 

Parecía, ante tanto escándalo y politiquería, que el tropel y la pugna por el control político, cargado de  intereses personales - ahí terminaba- por amor a la patria y los graves problemas que afronta el mundo por la terrible pandemia. Muchos nos equivocamos. Pasó Julio, es entonces, cuando el Gabinete Cateriano, se presenta para solicitar “el voto de confianza” del  Congreso.  ¡Oh qué horror!,  en horas de la mañana, cuando el pueblo esperaba el respaldo congresal, los llamados representantes del pueblo, rechazaron el apoyo que solicitaba el Premier Pedro Cateriano. 

 

La exposición de Cateriano fue claro y preciso, por lo menos para los pensantes. Pero, a pesar de la insistencia y pedido de unidad del mensaje del Presidente del Consejo de Ministros, los congresistas dieron un espaldarazo al pueblo peruano, demostrando que a ellos no les interesa el problema de la pandemia, ni menos la crisis económica,  rechazando el apoyo solicitado, creando así la crisis política.

 

 

 

 

                   Recalcamos, el Premier Pedro Cateriano demostró solidez y coherencia en su exposición. No había nada que debatir, mucho menos detenerse. Era la hora de inmediata actuación.                   

 

 

 

Recalcamos, el Premier Pedro Cateriano demostró solidez y coherencia en su exposición. No había nada que debatir, mucho menos detenerse. Era la hora de inmediata actuación. 

 

Los hospitales están colapsados y el maldito virus se pasea por las calles.  Los robos y las muertes suceden a cada instante. Detenerse significa jugar con la muerte, con el desesperante clamor de los enfermos. Nada de esto fue escuchado. Más vale la desestabilización, para ellos.

 

Ante la crisis política fomentada por el Congreso de la República, el presidente Martín Vizcarra, hizo el pronunciamiento de su competencia, demostrando preocupación por la actitud del Congreso, haciendo el llamamiento de unidad y trabajo conjunto por el Perú. Creíamos con el mensaje presidencial se resolvía el problema y se trabajaba en forma unida, por el bienestar del Perú. Nadie sospechaba, que la coz iba ser lanzada al estómago del presidente de la República, con insolencia lleno de odio y mediocridad.

 

El día 5 de agosto, el presidente del Congreso Manuel Merino, cual un Superman, vomitando fuego, como un diablo lleno de rasca rasca, faltándoles  poco sacarse el saco y enseñar sus puños, asegurar sus zapatos, para una feroz pelea, tipo maleantes,  cuestionó al Presidente del Perú. Merino estaba en el Congreso. No se hallaba en una cantina, libando alcohol metílico, ni en un callejón hamponesco, sino en el Congreso, donde antes los parlamentarios se lucían emitiendo luces. Vale decir dando cátedra, y no demostrando pena con un lenguaje fétido paranoico.  

 

Manuel Merino, representante tumbesino, demostró que el Congreso está en guerra contra el Presidente Vizcarra y el pueblo peruano. La barra integrada por las ratas y políticos de pacotilla, y tantos resentidos sociales mentaban la madre, entre dientes, como una banda de delincuentes, creyendo haber triunfado y vencido al pueblo peruano, que reclama unidad y paz.

 

NB: Los artículos publicados en esta Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de su autor. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com

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