El sospechoso del asesinato de la joven estudiante Yudith Noemí Solís Leandro, de 21 años de edad, está siendo buscado por la policía. La disposición es ubicar y capturar a José Luis Sánchez Alonzo para que pueda responder por este crimen que se registró en el poblado andino de Cochamarca en Aurahua (Huancavelica). Este sujeto se encontraría refugiado en la ciudad de Chincha, según informó la familia de la occisa.

Buscado

El abogado penalista Víctor Ochoa Rivera, quien representa a la parte agraviada refiere que la orden ya fue dada y que se ha obtenido información sobre la posible ubicación de Sánchez Alonzo. “Ya se cumplió con oficiar a la policía para que a nivel nacional se dé la alerta de detención del presunto autor del delito de feminicidio. Esperamos que las autoridades puedan realizar su trabajo para que la familia de la joven pueda encontrar justicia”, señaló.

Según el letrado, existen indicios que comprometen al acusado. Así por ejemplo esta la grabación de la llamada telefónica que provino del celular 937795072 y que fue recibida por Isidro Solís Pérez, padre de la víctima. En esta comunicación el interlocutor señala “señor Isidro no sé qué me ha pasado, tu hija le he matado. (Su cuerpo) está detrás del colegio en Cochamarca enterrado con piedras. Anda recógela”.

El progenitor contó en su denuncia policial que dicho número fue proporcionado por la madre de José Sánchez, quien esta como no habido. Este sospechoso estaría radicando en el pueblo joven Túpac Amaru de Chincha Alta, ciudad en la que está siendo buscado. También en la serranía los comuneros de Cochamarca llevan su propia búsqueda para dar con este individuo que al parecer conoció a la estudiante de enfermería por las redes sociales.

Como se recuerda, Yudith Solís desapareció el pasado martes cuando acudió a la ceremonia por el aniversario del citado poblado andino. Cuatro días después su cuerpo fue hallado enterrado con piedras y de acuerdo al Certificado de Necropsia, la joven fue víctima de “asfixia mecánica por compresión”, presenta “traumatismo facial severo” y signos de “estrangulamiento”. El asesino aparentemente uso una chalina para acabar con el futuro prometedor de la joven enfermera.

Fuente: Correo