Por: David Vilcapuma Gutiérrez  Licenciado en Educación Difusor de la literatura oral de la serranía chinchana

Seguimos haciendo una contribución significativa al patrimonio cultural de nuestra región, y por qué no, a nuestra sociedad en general.

En este espacio, el lector encontrará leyendas, mitos, supersticiones, tradiciones, hechos sorprendentes y creencias populares del distrito de san juan de Yánac, sabiduría que estuvo olvidada y desatendida por destacados profesionales de nuestra tierra y por las autoridades regionales y locales de turno.

Ahora, estas historias serán compartidas con ustedes para que puedan enriquecer su conocimiento y continuar creciendo en lo espiritual, cultural y personal.

Muchos de estos relatos representan un mundo fascinante del que podemos aprender valiosas lecciones, siempre y cuando practiquemos el noble arte de la lectura y la observación.

Aquí comparto un nuevo material inédito para que puedan enriquecer su conocimiento.

“El canguro”

En el pueblo de San Luis de Huañupiza, existen varios relatos ocultos que merecen ser recopilados y dados a conocer. Uno de esos misterios es el del canguro. 

Se dice que había un comunero que tenía la costumbre de guardar su dinero en todos los bolsillos de su ropa. Un día, una de sus hijas decidió regalarle un canguro muy llamativo. Aunque el hombre, ya octogenario, no estaba acostumbrado a usar este tipo de prenda, rápidamente se adaptó a ella y comenzó a lucirla con elegancia, guardando su dinero en sus bolsillos.

Cada fin de semana se organizaban ferias en el pueblo, y él solía asistir a estos eventos, donde realizaba algunas compras, pagando con billetes duros. El vuelto lo guardaba en el canguro. Al llegar a su casa, se quitó la prenda de la cintura y la dejó sobre un pequeño muro mientras intentaba organizar sus compras. Sin embargo, al acercarse para recogerla, vio con sorpresa que del canguro salía una pequeña serpiente, que, lentamente, se fue perdiendo entre los montículos cercanos a su hogar. 

Los habitantes del lugar comentan que este incidente fue una señal de que nunca debía regresar a ese sitio.

Chincha, febrero de 2025.